Comienzos de un sueño
Publicado: Vie Jul 24, 2009 11:54 am
Nombre: Reinhardt
Clase: Guerrero
Alineamiento: Legal Bueno
Apariencia física:
Es un muchacho de unos 23 años de edad, alto, rondando el metro ochenta, de cabello castaño claro y ojos almendrados, a simple vista da el aspecto de una persona amable y de agradable trato con los demás. Si bien no es una persona que destaque por su belleza, llama bastante la atención al verlo. Otro rasgo característico es que lleva siempre algún emblema de su tierra, un dragón púrpura sobre un fondo blanco.
Rasgos de personalidad:
Es una persona alegre, en general trata a los demás de manera amable y paciente, aunque no rechaza saltarse el protocolo y prefiere actuar que quedarse discutiendo un problema por siempre.
Si hay algo en la vida sagrado para él, son su honor, su palabra y su código de conducta, el cual consiste en:
- Ayudar a todos los que estén doloridos, no importa quienes sean.
- No permitir que una injusticia quede sin oposición.
- Permanecer siempre al tanto de la corrupción y desenmascararla.
- Limpiar los corazones de los hombres, cueste lo que cueste.
- Dar muerte a los traidores.
- Vengarse de los culpables en nombre de aquellos que no pueden hacerlo por si mismos.
- Nunca traicionar la confianza depositada en ti.
- Proteger a los débiles, pobres, heridos y jóvenes, y no los sacrifiques por otros o por ti mismo.
- Buscar las debilidades de tu oponente y reconoce las tuyas propias.
- Buscar a los enemigos de tus enemigos para hacerlos tus aliados.
- Si hay que matar, que sea en forma honorable.
- Aceptar la muerte no como un final, sino como parte de la vida.
- Honrar a su familia.
- Honrar a los dioses.
- Amar su tierra.
- De su boca solo saldrá la verdad, en todo momento.
El Comienzo de un sueño:
Reinhardt vivió toda su infancia y prácticamente adolescencia junto a sus padres Garl y Marie y su hermana Holy en Suazil, allí los padres regentan una taberna, mientras su hermana trabaja como mesera y él en la cocina.
Mientras lavaba infinidad de copas, Rein, miraba por la ventana los muros del distrito real, veía entrar y salir caballeros de galante armadura, sobre sus caballos, portando los estandartes del reino, o lo que sea que estuvieran haciendo. Si bien su vida no era mala, visto que la taberna estaba funcionando de las mil maravillas y parecía que su hermana estaba por casarse con el hijo de un viejo amigo de su padre, él deseaba salir de aquellas murallas y conocer el mundo, salvar hermosas doncellas de peligros inimaginables, compartir charlas de taberna con veteranos guerreros, en fin, sueños de un muchacho inmaduro.
Una tarde, mientras él y su hermana acomodaban las mesas y bancos, su madre barría y el padre controlaba las ganancias del día, el prometido de Holy, Hans, entró a la taberna con un enorme ramo de flores y un anillo que parecía ser de plata en su otra mano, pidiéndole que se case con ella.
Su Madre comenzó a llorar de la emoción y su padre, ocultaba sus lágrimas intentando simular que se limpiaba los ojos. Rein, solo se limito a sonreír y asentir con la cabeza, como si su respuesta fuera la definitiva.
Así pasaron los años, él seguía en la cocina, su hermana ya no vivía con ellos, pero si seguía ayudando en el negocio familiar, aunque semana por medio, Garl, Marie y Rein van a visitar a Holy, su esposo y la nueva integrante de la familia, Emily. Él no veía la hora de ver a su sobrina para jugar con ella y pasear junto a su nueva familia por las calles de la ciudad.
Continuó pasando el tiempo, su sobrina ya tenia 3 años de edad y él había alcanzado los 23 años, tantos años mirando por la ventana de la cocina a estos caballeros y aventureros desfilar ante sus ojos, le hicieron desear cada vez más saber qué se estaba perdiendo, así fue que una noche tomo la decisión "Mañana mismo partiré" Repetía una y otra vez en su mente hasta quedarse dormido.
Al día siguiente, Rein, citó a su padre y su madre en la cocina, era hora de decirles lo que había meditado durante tantos años.
- Papá... Mamá -miraba alrededor algo nervioso-
- ¿Que sucede hijo?
- Bien... Ustedes saben, bueno... errr... –Buscaba las palabras correctas sin exito-
- Vamos, suéltalo hijo, sabes que puedes decirnos lo que desees -el padre le dedico una calida sonrisa-
- Bien... Papá... Mamá, deseo salir en un largo viaje, quiero conocer que hay mas allá de estas murallas.
El silencio se adueñó de la cocina por un instante, sólo el ruido de algunas que otras maderas crujiendo, pero nada más.
- Hijo, todos hemos tenido ese deseo alguna vez, pero, ¿no crees que es algo peligroso?
- Si, seguramente, pero es lo que deseo, lleve el riesgo que lleve.
- Creo que tienes la edad suficiente para elegir que hacer de tu vida, pero debes entender que tu madre y yo no estaremos tranquilos sabiendo que estas ahí afuera.
- Bien, entonces, que les parece si les envió una carta por Dekhana para que sepan que al menos estoy bien, a donde voy y de donde vengo, además prometo que vendré seguido a visitarlos. –La mirada en sus ojos, imploraba su aprobación -
-La madre lo miraba en silencio, fijamente-
- Mamá, no te preocupes, los vendré a ver seguido y quien sabe, quizás en alguna de estas visitas, vuelva hecho un poderoso guerrero, como los que vemos desfilar ante nuestros ojos -sonreía ampliamente-
- Si es lo que deseas -la madre lo miro y le sonrió aprobativa- seguro lo lograras Rein, pero despídete de tu hermana antes de partir, ¿si? no queremos que ella se preocupe.
Rein asintió y en un movimiento rápido, se deshizo de su delantal, dejo a un lado los viejos trapos que usaba para limpiar y salio corriendo de la taberna a todo dar, hasta su hogar, donde prepararía sus provisiones, dinero y ropa para el viaje.
Caminando hacia las murallas, se detenía a saludar a todos sus amigos y conocidos, terminando el recorrido en la casa de su hermana.
- Holy! -grito desde la puerta-
Al oír el grito, salio a la puerta para encontrarse con su hermano vestido con un simple pantalón y una ligera camisa con el estandarte de la ciudad sobre su brazo izquierdo.
- A donde te diriges tan arreglado hermano... y esa mochila?
- Pues... -sonreía y se rascaba la nuca nerviosa- Me voy de viaje, quiero conocer el mundo.
Le explico toda la historia y el por qué de su decisión, a lo que su hermana no le quedo más opción que aprobar la decisión de su hermano.
- Antes de irte, tienes que cenar con nosotros y Emily que sin duda te extrañara mucho... eres su tío favorito, ¿Sabias?
- Holy... -la miro fijamente y dejo una pequeña pausa- Soy su único tío...
- Si y el favorito por esa razón.
Las risas y charlas se extendieron hasta casi anochecer. Al terminar la cena y obviamente de jugar con su sobrina, tomo su bolsa nuevamente y se puso en camino hacia las puertas de la ciudad, donde habría una caravana que lo llevaría a su próximo destino, un destino el cual desconocía.
Durante el largo viaje, se dedicó a escribir en un cuaderno, la forma de vivir que su padre le había enseñado, agregando así algunas propias, desde ahora y para siempre, esas reglas auto impuestas, serian su guía en la vida.
//de aquí en adelante iré escribiendo la vida que vaya llevando en nevesmortas, depende de como vaya trascurriendo su vida en el juego... espero les guste, aunque se que este no es mi fuerte, pero algún día hay que empezar ¿o no?
PD: ¿notaron que no se murió nadie y no hay ni una sola tragedia? =P
¡Saludos!
Clase: Guerrero
Alineamiento: Legal Bueno
Apariencia física:
Es un muchacho de unos 23 años de edad, alto, rondando el metro ochenta, de cabello castaño claro y ojos almendrados, a simple vista da el aspecto de una persona amable y de agradable trato con los demás. Si bien no es una persona que destaque por su belleza, llama bastante la atención al verlo. Otro rasgo característico es que lleva siempre algún emblema de su tierra, un dragón púrpura sobre un fondo blanco.
Rasgos de personalidad:
Es una persona alegre, en general trata a los demás de manera amable y paciente, aunque no rechaza saltarse el protocolo y prefiere actuar que quedarse discutiendo un problema por siempre.
Si hay algo en la vida sagrado para él, son su honor, su palabra y su código de conducta, el cual consiste en:
- Ayudar a todos los que estén doloridos, no importa quienes sean.
- No permitir que una injusticia quede sin oposición.
- Permanecer siempre al tanto de la corrupción y desenmascararla.
- Limpiar los corazones de los hombres, cueste lo que cueste.
- Dar muerte a los traidores.
- Vengarse de los culpables en nombre de aquellos que no pueden hacerlo por si mismos.
- Nunca traicionar la confianza depositada en ti.
- Proteger a los débiles, pobres, heridos y jóvenes, y no los sacrifiques por otros o por ti mismo.
- Buscar las debilidades de tu oponente y reconoce las tuyas propias.
- Buscar a los enemigos de tus enemigos para hacerlos tus aliados.
- Si hay que matar, que sea en forma honorable.
- Aceptar la muerte no como un final, sino como parte de la vida.
- Honrar a su familia.
- Honrar a los dioses.
- Amar su tierra.
- De su boca solo saldrá la verdad, en todo momento.
El Comienzo de un sueño:
Reinhardt vivió toda su infancia y prácticamente adolescencia junto a sus padres Garl y Marie y su hermana Holy en Suazil, allí los padres regentan una taberna, mientras su hermana trabaja como mesera y él en la cocina.
Mientras lavaba infinidad de copas, Rein, miraba por la ventana los muros del distrito real, veía entrar y salir caballeros de galante armadura, sobre sus caballos, portando los estandartes del reino, o lo que sea que estuvieran haciendo. Si bien su vida no era mala, visto que la taberna estaba funcionando de las mil maravillas y parecía que su hermana estaba por casarse con el hijo de un viejo amigo de su padre, él deseaba salir de aquellas murallas y conocer el mundo, salvar hermosas doncellas de peligros inimaginables, compartir charlas de taberna con veteranos guerreros, en fin, sueños de un muchacho inmaduro.
Una tarde, mientras él y su hermana acomodaban las mesas y bancos, su madre barría y el padre controlaba las ganancias del día, el prometido de Holy, Hans, entró a la taberna con un enorme ramo de flores y un anillo que parecía ser de plata en su otra mano, pidiéndole que se case con ella.
Su Madre comenzó a llorar de la emoción y su padre, ocultaba sus lágrimas intentando simular que se limpiaba los ojos. Rein, solo se limito a sonreír y asentir con la cabeza, como si su respuesta fuera la definitiva.
Así pasaron los años, él seguía en la cocina, su hermana ya no vivía con ellos, pero si seguía ayudando en el negocio familiar, aunque semana por medio, Garl, Marie y Rein van a visitar a Holy, su esposo y la nueva integrante de la familia, Emily. Él no veía la hora de ver a su sobrina para jugar con ella y pasear junto a su nueva familia por las calles de la ciudad.
Continuó pasando el tiempo, su sobrina ya tenia 3 años de edad y él había alcanzado los 23 años, tantos años mirando por la ventana de la cocina a estos caballeros y aventureros desfilar ante sus ojos, le hicieron desear cada vez más saber qué se estaba perdiendo, así fue que una noche tomo la decisión "Mañana mismo partiré" Repetía una y otra vez en su mente hasta quedarse dormido.
Al día siguiente, Rein, citó a su padre y su madre en la cocina, era hora de decirles lo que había meditado durante tantos años.
- Papá... Mamá -miraba alrededor algo nervioso-
- ¿Que sucede hijo?
- Bien... Ustedes saben, bueno... errr... –Buscaba las palabras correctas sin exito-
- Vamos, suéltalo hijo, sabes que puedes decirnos lo que desees -el padre le dedico una calida sonrisa-
- Bien... Papá... Mamá, deseo salir en un largo viaje, quiero conocer que hay mas allá de estas murallas.
El silencio se adueñó de la cocina por un instante, sólo el ruido de algunas que otras maderas crujiendo, pero nada más.
- Hijo, todos hemos tenido ese deseo alguna vez, pero, ¿no crees que es algo peligroso?
- Si, seguramente, pero es lo que deseo, lleve el riesgo que lleve.
- Creo que tienes la edad suficiente para elegir que hacer de tu vida, pero debes entender que tu madre y yo no estaremos tranquilos sabiendo que estas ahí afuera.
- Bien, entonces, que les parece si les envió una carta por Dekhana para que sepan que al menos estoy bien, a donde voy y de donde vengo, además prometo que vendré seguido a visitarlos. –La mirada en sus ojos, imploraba su aprobación -
-La madre lo miraba en silencio, fijamente-
- Mamá, no te preocupes, los vendré a ver seguido y quien sabe, quizás en alguna de estas visitas, vuelva hecho un poderoso guerrero, como los que vemos desfilar ante nuestros ojos -sonreía ampliamente-
- Si es lo que deseas -la madre lo miro y le sonrió aprobativa- seguro lo lograras Rein, pero despídete de tu hermana antes de partir, ¿si? no queremos que ella se preocupe.
Rein asintió y en un movimiento rápido, se deshizo de su delantal, dejo a un lado los viejos trapos que usaba para limpiar y salio corriendo de la taberna a todo dar, hasta su hogar, donde prepararía sus provisiones, dinero y ropa para el viaje.
Caminando hacia las murallas, se detenía a saludar a todos sus amigos y conocidos, terminando el recorrido en la casa de su hermana.
- Holy! -grito desde la puerta-
Al oír el grito, salio a la puerta para encontrarse con su hermano vestido con un simple pantalón y una ligera camisa con el estandarte de la ciudad sobre su brazo izquierdo.
- A donde te diriges tan arreglado hermano... y esa mochila?
- Pues... -sonreía y se rascaba la nuca nerviosa- Me voy de viaje, quiero conocer el mundo.
Le explico toda la historia y el por qué de su decisión, a lo que su hermana no le quedo más opción que aprobar la decisión de su hermano.
- Antes de irte, tienes que cenar con nosotros y Emily que sin duda te extrañara mucho... eres su tío favorito, ¿Sabias?
- Holy... -la miro fijamente y dejo una pequeña pausa- Soy su único tío...
- Si y el favorito por esa razón.
Las risas y charlas se extendieron hasta casi anochecer. Al terminar la cena y obviamente de jugar con su sobrina, tomo su bolsa nuevamente y se puso en camino hacia las puertas de la ciudad, donde habría una caravana que lo llevaría a su próximo destino, un destino el cual desconocía.
Durante el largo viaje, se dedicó a escribir en un cuaderno, la forma de vivir que su padre le había enseñado, agregando así algunas propias, desde ahora y para siempre, esas reglas auto impuestas, serian su guía en la vida.
//de aquí en adelante iré escribiendo la vida que vaya llevando en nevesmortas, depende de como vaya trascurriendo su vida en el juego... espero les guste, aunque se que este no es mi fuerte, pero algún día hay que empezar ¿o no?
PD: ¿notaron que no se murió nadie y no hay ni una sola tragedia? =P
¡Saludos!