
Todo estaba preparado. El escenario frente al cuartel de la guardia de la colonia gnoma resplandecía con las flores y las luces mágicas que lo iluminaban para mostrar cada detalle a los espectadores. A pesar de la intensa lluvia, la gente fue acercándose poco a poco pero sin detenerse, y ocuparon los bancos e incluso la hierba que crecía en la pequeña colina que rodeaba el auditorio exterior.

Las tres trovadoras se acercaron a su lugar de trabajo. Vestían bellos trajes confeccionados por ellas mismas, los tres similares pero con ligeras diferencias como el color o algún bordado diferente. Antes de siquiera presentarse, iniciaron una canción dedicada a la villa que lde Sutchard.
Siguiendo las luces brillantes,
que iluminan tintineantes,
a través de la escarpada vereda,
entre altas cumbres de gran belleza...
Ese camino te llevará,
a la gran villa de Sutchard,
entre sus coloridas casas encontrarás,
ingenios y maravillas sin igual
Desde el raíl al reloj,
pasando por el embalse al gran torreón,
nada deja al viajero impasible,
los gnomos dejaron aquí sus raíces.
En Sutchard se hayan inventos increíbles,
creaciones, hechas por genios sublimes,
sólo hay que pasear por la adorable villa,
para darse cuenta de todas sus maravillas.
No olvidemos el chocolate,
alimento que nunca nos falte,
pues endulza el paladar,
y su sabor no tiene par.
Sin duda el lugar más especial,
es el gran altar del cristal,
lleno de ofrendas de metal brillantes,
al dios gnomo que ilumina a sus habitante.
Tras los aplausos, Gwenn presentó al grupo artístico como “La Pluma Negra”, y así continuó el Recital, con la maravillosa voz de Daya y su canción dedicada al camino del bardo, titulada “Un camino, un violín y tu voz”. Gwenn y Keila acompañaron a la artista con el sonido ligero de los violines, y Daya utilizó para su actuación una preciosa arpa.
De nuevo a solas ....
Un camino, y una canción...
Echo de menos escuchar tu voz...
Los instantes que no volverán a sentirse en tu piel...
En mis brazos ...
Hay tanto que te quiero decir...
Acércate...
Siento al despertar... como un susurro , tu calor...
Él no deja de pensar... que un día te hallará...
Cógeme no me dejes ir...
Quiero sentarme en tu regazo y en mis manos... te tuve ayer...
Hay tanto que te quiero decir...
Dime tú el porqué...
A solas....
Tú y yo...
Un violín, un camino... y tu voz...

La siguiente en actuar fue Gwenn que, elevando su delicada voz élfica, dedicó unos bellos versos al agua que siempre nos rodea, cambiante y versátil. Sus compañeras crearon una relajante y, por momentos poderosa, melodía, rasgando las cuerdas de sus arpas.
El agua, elemento de pureza,
de vida y de riqueza,
pero también de muerte y destrucción.
Hoy te canto a ti, cristalina agua,
nunca escucharás mis palabras,
mas aquí va mi canción.
Oh, dulce agua,
sabes a maravilla
si la sed en mi garganta
exige tu fría caricia.
Oh, gentil agua,
que derramas sin prisa
que mojas la tierra
preñándola de vida.
Oh, delicada agua,
perlas en la mañana
despiertas sobre las hojas
al abrir sus ojos el alba.
Oh, inmensa agua,
rodeas tierras y montes,
mi vista apenas abarca,
tu fin en el horizonte.
Pero, oh, agua destructiva,
todos huyen si desbordas,
si inundas tierras y villas,
si amenazas, si ahogas.
El agua, elemento de pureza,
de vida y de riqueza,
pero también de muerte y destrucción.
Hoy te canto a ti, cristalina agua,
nunca escucharás mis palabras,
mas te dedico esta canción.
La última en mostrar sus dotes artísticas fue Keila. Su tonada, titulada “Canciones”, era una forma de agradecer a la música su existencia. En ella abría su alma y mostraba sus sentimientos por el arte y la belleza que toda melodía posee. Los laúdes de Daya y Gwenn se unieron a la suave voz de la cantante, creando una deliciosa canción.
Canciones llevo en mi corazón
que comparto con todo mi amor
me inspiran los sentimientos
los cuales tengo muy dentro.
A veces son alegres y jubilosas
y otras tristes o melancólicas
quizás hablen de un héroe del lugar
o de una simple flor que me llegue a inspirar.
¿Qué hace que tome la decisión
y que cante de unas cosas o no?
la respuesta es la inspiración
que salta como una chispa en mi interior
haciendo que se mueva mi corazón.
En ese momento todo se desata
la música llega a mi mente
las palabras y versos resuenan fuerte
mi mano rápida se mueve para componer
lo que la gran inspiración de mi ha de querer
¡Oh, dichosa y querida Inspiración!!
no me abandones en ningún rincón
acompañame siempre por favor
para que mi voz suene de sol a sol.

Los versos finales y los consiguientes aplausos dieron por terminado el primer Recital que "La Pluma Negra" presentó en la Marca Argéntea. Sin duda, se sintieron muy orgullosas de su trabajo y de poder decir que en estas tierras frías la calidez aún se escondía en los corazones de sus gentes.