Tras los asesinatos cometidos en casa de la Dama Lanzagelida y la localización de una cuerda en la muralla, varios fueron los que investigaron al otro lado del muro buscando alguna pista, así fue como Tensei encontró unas huellas que se dirigían hacia el bosque de Nevesmortas.
Las gentes alteradas estaban en el centro de la Villa, cuando llegó el elfo informando sobre lo que habia encontrado, así fue como Keila le acompañó hasta el lugar.
Siguieron el rastro el cuál se internaba en el bosque en dirección Norte, no fue fácil seguir las marca en medio del camino, y menos considerando que había osgos en él. Lo que les llevó a ambos a pensar, en cómo podía haber pasado por allí el asesino sin enfrentarse a esos seres. Una de las posibilidades, de que el maleante pudiera haber hecho eso, era yendo invisible, lo que hizo a la barda conjurar para poder ver lo que pudiera estar oculto por la magia ilusoria. Gracias a Oghma que la iluminó y asi pudo ver unas huellas con restos de luz brillante que habían pasado desapercibidas para la pareja.
Siguiendolas encontraron un yelmo, igualito a los que llevan los guardias de la casa Lanzagélida. Quizás el asesino no se desprendió antes de él para poder ocultar su rostro hasta un lugar donde se sintiera seguro. Sea como fuere, ese hecho les hizo ver que podían ir por buen camino. Tensei no dejaba de buscar huellas por el suelo y encontró unas que les llevaron cerca de donde moran una pareja de gitanos con varios animales.
La barda habló con la mujer, y aunque se expresaba raro y gritaba mucho, sacó en claro que el perro, Canelica, había estado ladrando justo esa noche, en dirección al Este, y según afirmaba la gitana, el perro ladraba a los que iban "encogios". Mientras Keila hablaba con los gitanos, Tensei seguía buscando rastros. La trovadora se le acercó para informarle, y tomaron rumbo al Este, miraban por el camino pero no encontraban nada. Entonces Oghma de nuevo les iluminó y pensaron que si el asesino iba escondido y sigiloso, no podría haberlo hecho si hubiera pasado por el medio del camino. Debía haber andado por la maleza, para poder hacerlo a escondidas, y alli fue donde buscaron, hasta que al fin Tymora les sonrió y Tensei encontró el rastro de una huella medio borrada. Definitivamente el asesino era un profesional y estaba borrando sus propios rastros, eso hizo que los perseguidores fueran acortando la distancia.
Al llegar a la bifurcación hablaron con un hombre, el cuál les dijo que seguramente en la posada podrían encontrar más información y alli se dirigieron los dos diligentes.
Al entrar fueron directos a una camarera, que aunque al principio era reacia a desvelar algo sobre los clientes, finalmente accedió al ver el oro que le darían por esa "causa". Les invitó a sentarse en una mesa y les ofreció comida y una llave, la cuál pertenecía a la habitación contigua a la de alguien que para la muchacha, coincidía con quien estaban buscando Tensei y Keila.
Subieron las escaleras, y llegaron al largo y silencioso pasillo donde se encontraban las habitaciones. Entre cuchicheos y susurros decidieron que Keila se hiciera pasar por alguien que se había equivocado de habitación. Y eso fue lo que hizo la barda, mientras Tensei esperaba alerta en la habitación de al lado.
Toc Toc, llamó a la puerta la semielfa.
- Cariñin abreme que soy yo, ya estoy aqui!!! -gritó la barda para que le oyese quien fuera que estuviese al otro lado.
- Largarte, te has equivocado de habitación!!- dijo la voz que provenía desde el otro lado de la puerta.
- Oh, perdone!- exclamó Keila antes de dirigirse y llamar a la habitación donde esperaba Tensei.
La joven semielfa miró a Tensei y antes de que pudieran mediar palabra, éste alertado por un ruido salió raudo hasta la alcoba de al lado abriendo la puerta, y viendo impotente como alguien se marchaba por un portal. Se les había escapado el posible asesino!!!
En la cómoda vieron papeles desordenados, que dejó alli ante la premura de su huida. Cuando se dirigían a mirarlos se oyó un "clik" y de pronto todo comenzó a arder!!! Menos mal que Tensei, que es más rápido que una flecha llegó a coger un papel antes de que ardiera por completo. Ambos salieron de la habitación, y el elfo le dijo a Keila que corriera a avisar de que había fuego y eso hizo la trovadora, bajó como un rayo y subió igual pues no quería dejar solo a su compañero.
Cuando llegó Keila, el fuego estaba medio sofocado y Tensei le entregó la hoja que salvó. Se sorprendieron mucho de lo que alli ponía y mientras hablaban sobre ello algo nerviosos, apareció la camarera, la que pensó que fueron ellos los que provocaron el incendio. No atendía a razones la mujer, y se dirigía por el pasillo gritando para avisar a los que estaban abajo. Keila, la cogió del brazo, y Tensei se interpuso sacando sus armas. La mujer se revolvia asustada y golpeó a la semielfa, la cuál la soltó. Entonces la camarera aprovechó para encerrarse dentro de la habitación incendiada poniendo muebles, para que la pareja no pudiera acceder al interior.
Keila y Tensei se miraban nerviosos, no sabían que hacer, pero lo decidieron rápido al oir los gritos histéricos de la camarera por una de las ventanas de la habitación: - SOCORROOOO ASESINOS PIROMANOS!!!
Rápidamente la barda conjuró para que ambos se hicieran invisibles y pudiera salir rápido de alli, y lo hizo justo a tiempo porque segundos después subían hombres fornidos con palos en sus manos y hasta enanos fuertotes!
Escaparon del lugar y desde fuera, aun se oían los gritos de la camarera, pero por suerte, pasaron desapercibidos y pudieron llegar sanos y salvos a la Villa de Nevesmortas, con la promesa de ser discretos sobre este asunto y de seguir investigando.
Rastros
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