Noyvern, donde todo empezó

[Erthalion]

//bueno, hago este post porque me parece que mi historia sobre Aer es demasiado improvisada (ciertamente), y además, para hacerle un remake, si se podría llamar asi. Eso si: esta historia no va a hacer que aer sea de repente un heroe, porque yha me inventare una cosa que tengo en mente al final para que tenga como amnesia. asi que nada de decir "tu PJ n puede ser heroe", porque basicamente NADIE se acordara de ello, al menos los protagonistas. beno, a ver que tal.

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Todo héroe tiene su pasado. Algunos se convirtieron de desconocidos a mundialmente famosos, mientras que otros lo han sido de toda la vida. Yo digo que cada uno puede ser un héroe si se lo propone .
-Khevyn Blake

PARTE I

Los lamentos y quejidos de la gente de fuera de la academia, junto con las continuos problemas de la ciudad de Noyvern, provocaba que el sueño en la academia fuera algo difícil, entre otras cosas. Las camas no eran para un rey, pero tampoco podía quejarse uno. La Muerte Aullante provocaba que el nivel de pobreza del lugar aumentara mucho más de su valor normal (que ya de por sí era bajo).
Un muchacho, de unos 20 años de edad de piel blanca fina y pelo plateado, se encontraba dormido en la cama de la habitación. Unos golpecitos en la puerta indicaban que era hora de despertarse:
PAVEL: Aer, levántate, va siendo hora de las clases.
*El muchacho, aún con las típicas vueltas que da uno en la cama por remolonear, se levantaba vagamente de la cama. Se puso su túnica azul de matiz claro, también con algunas partes de color blanco, con hombreras, y unos parches quizás de hierro. Eso no se sabría describir con precisión. Finalmente, el muchacho sale de la habitación, saludando a su compañero que está frente a su puerta*
AERHALYON: Buen día Pavel, aunque no es la mejor forma de describir la situación.
PAVEL: Ya, tienes razón *Dijo mientras escuchaban los quejidos de las afueras de la academia*. Bueno, ¿nervioso? Ya sabes que hoy te gradúan. Dicen que la propia Aribeth estará presente en la graduación, y que la dirigirá.
AERHALYON: Bueno, un poco quizás. Lo único que me preocupa ahora sea que nada más graduarnos, no estemos a la altura.
PAVEL: Deja de pensar en eso, seguro que todos lo haremos bien. Venga, corre a ir a tu última clase de magia.
*Aerhalyon, antes de dirigirse a la clase, se despidió de Pavel con un apretón de antebrazos, desapareciendo luego por la puerta que tenía rumbo a varias salas más*

*El interior de la academia era una estructura realmente grande. Muchas salas estaban repletas de estanterías, libros y demás. Clases de alquimia, de combate cuerpo a cuerpo, a distancia, entrenamiento en cerraduras, trampas… se podía encontrar de todo allí. Aerhalyon pasaba tranquilamente por las distintas salas que vería por última vez, examinándolas, viendo a las personas que ya no vería (por ahora). Llego a la clase de magia. Abrió la puerta, y pasó dentro*
¿¿??: Justo a tiempo, como siempre, hijo mío.
AERHALYON: Padre… *Dijo mientras asentía con la cabeza*
KHEVYN: Ya te he dicho que me llames por mi nombre de pila. Aquí soy tu profesor, no tu padre *Dijo con un tono de voz normal*
AERHALYON: Sí, pad… Khevyn.
KHEVYN: Bien, ¿preparado para tu examen final?
*Aerhalyon asintió, mientras observaba la figura de su padre: un hombre de túnica dorada, con una capucha dejada caer en la nuca. Sus ojos eran de color azul, y su pelo mostraba ya canas visibles. Pero eso no impedía que no fuera atractivo*
KHEVYN: Bien, ¿ves esa estatua? *Señaló a una estatua grande de mármol que se erigía en medio de sala* Quiero que la destroces con un conjuro ofensivo. Como extra de dificultad, solo dispondrás de una oportunidad.
AERHALYON: De acuerdo (¿Una única oportunidad? Será mejor que saque todo mi potencial) .
*Aerhalyon, dirigiendo su mirada a la imponente estatua, empezó a realizar unos gestos de mano, y a recitar unas palabras, sin quitarle el ojo a la estatua. De sus manos salieron dos proyectiles mágicos, que estaban dirigidos a la estatua. Cuando impactaron, redujeron la estatua solo a polvo. Lo que había sido una hermosa estatua, ahora no era más que polvo*
KHEVYN: Excelente Aerhalyon *dijo mientras aplaudía*, eso demuestra tu potencial, y que estás calificado para graduarte. Coge esto *De su túnica, sacó un diploma que entregó cuidadosamente a su hijo*. Con esto, podrás pasar a la Sala de graduación.
AERHALYON: Gracias… padre *Dijo mientras guardaba el diploma en su túnica, cuidadosamente*
KHEVYN: *Se limitó a sonreír y abrazó a su hijo* Venga, o llegarás tarde. Nos veremos después de la graduación.
*Aerhalyon asintió sonriente, mientras se dirigía a la Sala de graduación. Mostró el diploma al guardia, y le abrió la puerta*

[Erthalion]

PARTE II

*Cuando entró a la sala, vio a multitud de personas allí dentro. Básicamente, se podía decir que aprobó un individuo de cada raza que habitaba la academia. Se dirigió a su posición, se mantuvo ahí, y vio como una mujer de imponente presencia se ponía enfrente de ellos para hablarles*
ARIBETH: Saludos, alumnos. Hoy, es un día conmemorativo, puesto que os ofrecemos la graduación con la que tanto esfuerzo os ha costado conseguir. Los instructores están orgullosos de vuestros logros, y la academia entera pone gran parte de su esperanza en vosotros, héroes, que saldréis de aquí para intentar salvar a Noyvern de la Muerte Aullante.
*Todos lanzaron un grito de júbilo al oír las palabras de Lady Aribeth. Aerhalyon se quedó observando, atento, a la mujer que vestía una armadura entre dorada y plateada que le cubría bastante parte del cuerpo. Una espada larga se encontraba envainada en su cintura. Su pelo de color castaño se dejaba caer en sus hombros, y sus ojos negros expresivos mostraban lo que se puede ver en un paladín*
ARIBETH: Esperamos poder encontrar la cura para la plaga, y estamos seguros de que podremos… *de repente, ruidos de batalla asolaban la academia, rompiendo el silencio de la sala* Un momento, ¿habéis oído eso?
*Los ruidos de batalla cada vez se acercaban más a la sala, detonando un inminente ataque. De repente, empezaron a aparecer unos mágicos encapuchados, que empezaron a conjurar contra ellos*
ARIBETH: ¡Cuidado, estamos bajo ataque! ¡Preparad las armas! *dijo mientras desenvainaba su espada, que emitía un brillo radiante de luz divina*
*La batalla solo había comenzado. Muchos de los estudiantes cayeron en los primeros minutos, a manos de los mágicos encapuchados. Sangre era derramada a doquier por toda la sala, mientras que solo se oían gritos de guerra, y de dolor para los desafortunados. Al fin, los asaltantes fueron asesinados, pero solo quedaron en pie Aribeth, un enano, y Aerhalyon*
ARIBETH: ¡Otra vez ellos!
¿¿??: ¿Quiénes eran? *dijo el enano, con la típica voz de los enanos*
ARIBETH: Como sabréis, desde hace un tiempo, se ha estado buscando una cura para la plaga. Como ya os habrán dicho por aquí, se cree que existe una cura. Hemos estado reuniendo a las criaturas que forman parte de la cura. Pero alguien parece actuar en nuestra contra, queriendo que la Muerte Aullante siga a peor.
AERHALYON: ¿Pero cómo se han enterado?
ARIBETH: No lo sé, pero puede que haya algún infiltrado entre nosotros. Pero eso ahora no importa, lo que importa es que hemos de salir de aquí rápido. No creo que estemos muy seguros aquí. ¡Rápido, salid de aquí! ¡Ya os contaré con mayor detalle cuando salgamos de aquí! *Saca una llave* Coged esta llave, y salid por la puerta grande, en dirección al granero. Es la única salida segura.
*Aerhalyon y el enano asintieron, mientras se dirigían fuera de la sala*

[Erthalion]

PARTE III

*El panorama que se presentaba ante Aerhalyon y el enano no era muy glamuroso: sangre por las paredes, muebles destrozados, cadáveres por el suelo… todo parecía perdido. Ante ellos, se podía ver otro mágico encapuchado, que mostraba desagrado al no encontrarse a quien esperaba*
MÁGICO ENCAPUCHADO: ¡Esperaba a Aribeth, no a dos alumnos estúpidos!
¿¿??: ¡Haré que te tragues esas palabras! *dijo el enano mientras empuñaba su martillo de guerra en su mano*
MÁGICO ENCAPUCHADO: ¡No tengo tiempo para encargarme de escoria como vosotros!¡Súbditos, encargaos de ellos! *dijo mientras desaparecía con un conjuro de teleportación*
*Varios trasgos aparecieron de las diferentes puertas que contenían las diferentes salas de entrenamiento. Aerhalyon desenfundó su estoque, y el enano, con su martillo preparado, decidió ser el primero en dar golpes*
AERHALYON: ¡Vamos allá!
*El enano, abalanzándose sobre un trasgo, le atizó un buen martillazo en la cabeza, que le rompió el cráneo. Los otros tres se abalanzaron sobre él, pero el hechicero congeló a dos de ellos, quedando como estatuas de hielo en medio de la sala. El enano aprovechó y se concentró en el único trasgo que quedaba. Cogió carrerilla, y le pegó un martillazo que lo estampó en la pared. Se podía oír cómo se le rompían todos los huesos del cuerpo. Viendo que el peligro pasó, enfundaron las armas*
AERHALYON: Revisemos las habitaciones contiguas. Quizás queden más de ellos.
*El enano asintió, mientras se dirigía a la sala de prácticas clericales. Aerhalyon, preocupado, se dirigió a la sala de prácticas arcanas. Observó cómo los únicos estudiantes que quedaban estaban en el suelo, acuchillados varias veces. La sala llena de cadáveres de trasgos, las paredes y suelos de sangre… pero no había pista alguna de Khevyn*
AERHALYON: *Con un gesto de preocupación en su cara* ¿Padre? *dijo inútilmente mientras se oía el eco por la sala* (¿Estará bien?)
*Salió de la habitación, algo cabizbajo, mientras el enano esperaba enfrente de la puerta del granero*
¿¿??: ¿Ha habido suerte?
*Aerhalyon negó con la cabeza, mientras el enano suspiró*
¿¿??: Será mejor que sigamos. Debemos de darnos prisa y salir de aquí.
*El hechicero asintió, mientras abría la puerta con la llave que le otorgó Aribeth. Ante ellos, una sala… mejor dicho, almacén, lleno de cofres, barriles y demás contenedores, junto con mucha paja por el suelo, se encontraba ante ellos*
*Mientras avanzaban por las diferentes salas del granero, Aerhalyon decidió comenzar una conversación*
AERHALYON: Dime enano, ¿cómo te llamas?
RUGNAR: Mi nombre es Rugnar “Martilloférreo”.
AERHALYON: ¿Martilloférreo?
RUGNAR: *El enano asintió* Sí, es el nombre del clan al que pertenezco. Somos seguidores de Moradín.
AERHALYON: Así que seguidor de Moradín. Dime, ¿por qué has venido desde tan lejos? Porque supongo que tu clan estará bien lejos de aquí.
RUGNAR: Estás en lo cierto, humano. Fue una visión en sueños de mi dios lo que me llevó hasta aquí, para intentar ayudar a esta desdichada gente. Bueno *dijo mientras seguían inspeccionando* , ¿cuál es tu nombre, humano?
AERHALYON: Yo me llamo Aerhalyon, aunque suelen llamarme Aer.
RUGNAR: ¿Y qué te ha llevado hasta aquí?
AERHALYON: También ayudar a la gente. Mi padre es instructor aquí, y me animó a potenciar mi potencial como aventurero.
RUGNAR: ¿Y no sabes dónde está ahora?
*Aerhalyon negó con la cabeza, mientras se paraban ante un triple camino: una puerta central, una lateral izquierda y otra lateral derecha*
RUGNAR: Seguro que lo encontramos *dijo mientras esbozaba un sonrisa enanil*. Por ahora, vete preparándote. Me da a mí que aquí ha de haber algo, es la última sala que nos queda por pasar.

*Aerhalyon asintió, mientras desenfundaba su arco largo. El enano rezó unas plegarias a Moradín para que le ayudaran en combate, y se dispusieron a abrir la puerta. Avanzaron unos pasos hasta el centro de la sala. Al fondo de ella, dónde solo está la única puerta posible, se encontraba de nuevo aquel mágico encapuchado*
MÁGICO ENCAPUCHADO: ¡Otra vez vosotros, escoria!¡Estoy harto de esperar a Aribeth, me conformaré con vosotros dos!¡Preparaos! *dijo furioso mientras empezó a conjurar*

*La batalla no iba a ser fácil. Dos esqueletos y tres trasgos se encontraban resguardando al mágico. Rugnar se abalanzó sobre los trasgos a martillazos, mientras que Aerhalyon intentaba destruir a los esqueletos con proyectiles mágicos. Mientras tanto, el encapuchado aprovechaba, y lanzaba conjuros ofensivos unos tras otros. La batalla era muy difícil. El mágico conjuró dos proyectiles mágicos que impactaron de lleno al enano, echándolo contra la pared*
AERHALYON: ¡Rugnar! ¿Estás bien? *dijo mientras terminaba de rematar a los esqueletos*
RUGNAR: No te preocupes, esto para mí no es nada *dijo mientras se incorporaba* ¡Ahora vas a conocer la furia de Rugnar asqueroso encapuchado!
*El enano remató brutalmente a los trasgos que se dirigían a atacarle, rompiéndole todos los huesos contra la pared, con un martillazo. Acto seguido, se abalanzó sobre el mágico, pero él conjuro un escudo de fuerza alrededor suya, que empujó a Rugnar de nuevo contra el suelo. Aerhalyon, ya libre de los esqueletos, se dispuso a conjurar contra el mágico. Disparó una tórrida luz hacia el encapuchado, dejándolo ciego durante unos instantes. Rugnar, mientras se incorporaba, vio la oportunidad, y se acercó rápidamente para rematarlo. El martillo le reventó la cabeza, saliendo sesos y ojos por todas partes. La sangre brotaba abundantemente, mientras el cuerpo (o mejor dicho, cadáver) se tumbaba lentamente en el suelo. Todo había acabado*
AERHALYON: Al fin *dijo mientras se tomaba un respiro*. No creí que fuéramos a salir de esta.
RUGNAR: Ya tendremos tiempo de descansar luego. Será mejor que salgamos deprisa.
*Aerhalyon asintió, mientras se dirigían hacia la puerta*

[Erthalion]

PARTE IV

*Aerhalyon y Rugnar entraron por la puerta. Se podía ver la parte final del granero: paja por todos lados, pienso, etc. lo típico de un granero. Pero había una diferencia: no había animales. En su lugar, un humano de entre media y avanzada edad, y un elfo, intentaban sobrevivir de unos trasgos armados hasta los dientes, y de que unas criaturas extrañas no escaparan*
¿¿??: ¡Han soltado a las criaturas!¡Rápido, cojámoslas! *dijo el humano*
*La apariencia de las criaturas era… rara. Una criatura parecía un perro, pero con cerebro en lugar de cabeza. La otra, un cruce entre un humano y una serpiente. La siguiente, un cuervo normal y corriente (o quizás no lo era). La última, estaba cubierta de ramas y hojas, y tenía un color más o menos amarillento castaño. Todas desaparecieron utilizando sus propios métodos*
TRASGO DE ÉLITE: ¡Gagdi gagdu madgad! *algo incomprensible para los demás, pero parecía un grito de guerra, porque se abalanzó sobre Aerhalyon y Rugnar*
AERHALYON: ¡Atento Rugnar, ahí viene!
RUGNAR: ¡Mío! *dijo mientras le arreaba un martillazo en la cara, embistiéndolo contra la pared, y cayendo destrozado al suelo*
*Aerhalyon y Rugnar observaron como el humano y el elfo se encargaban del otro trasgo armado que quedaba. No duró mucho que digamos. Cuando terminaron, el elfo se acercó hasta ellos dos*
¿¿??: ¡Gracias a Tyr!¡Al fin llegaron los refuerzos!
¿¿??: ¡Esperaba a Aribeth, no a dos alumnos aún verdes en el sendero de la aventura! *replicó refunfuñando el humano*
¿¿??: ¡Calla Desther! *replicó el elfo* Seguro que Aribeth tendría sus buenas razones y fe en ellos para llegar hasta aquí.
DESTHER: Sí, lo que tú digas Fenthick. No hace falta que defiendas a tu amada *replicó de nuevo refunfuñando*
RUGNAR: (Quejica) *pensó el enano* Bueno, ¿salimos de aquí rápido? No creo que el edificio aguante mucho más *dijo dirigiéndose a la salida del granero*
FENTHICK: Si, rápido. Ya os contaré la situación actual de todo cuando estemos a salvo
*Por la puerta podía verse a Aerhalyon, Desther, Rugnar y Fenthick saliendo rápidamente del edificio. Cuando se encontraron fuera, observaban expectantes, junto con una multitud de gente allí reunida, como los restos de la academia se derrumbaban ante el incendio que asolaba el edificio. Las únicas esperanzas parecían reposar sobre Aerhalyon y Rugnar, los únicos alumnos supervivientes de la Academia de Noyvern*

Fin del preludio

[Erthalion]

CAPÍTULO I


PARTE I

*Aerhalyon y Rugnar se encontraban ante una sala contigua al sanatorio. Una pequeña sala, en la cual se podía ver a Desther y Fenthick en mitad de la sala, junto con varias enfermeras diseminadas por la sala, atendiendo de enfermos, que no paraban de gritar de dolor y sufrimiento. Intentando que esos gritos no les afectaran la moral, se dirigieron a hablar con el elfo y el humano*
AERHALYON: Bueno, aquí estamos Fenthick. Háblanos del asunto.
FENTHICK: *Fenthick asintió, mientras se dispuso a hablar* Os diré lo que pueda. Desde hace un tiempo, una plaga asola a Noyvern. No sabemos ni quién ni dónde salió, pero sus efectos devastadores tuvieron efecto a corto plazo.
DESTHER ¡Esto es una pérdida de tiempo Fenthick! *cortó secamente a Fenthick* ¡Deberíamos de encargarnos de esto nosotros y Aribeth, no unos desconocidos que no tienen ni idea de lo que es la Muerte Aullante!
FENTHICK:] ¡Calla Desther!
RUGNAR: ¡Eso! ¡Tú no eres quién para decir que podemos o no hacer!
*El humano refunfuñó, y se calló*
FENTHICK: Bien. Id a hablar con Aribeth para que os de más detalles.
*Aerhalyon y Rugnar asintieron, mientras se dirigían por la puerta del fondo hacia el centro del sanatorio*
*Cuando abrieron la puerta, el panorama no cambiaba mucho: enfermos y más enfermos. Lo único que si cambiaba era el entorno: el lugar era más espacioso, con un portal en el centro de la sala, junto a un estanque. Cerca de la puerta, se encontraba Aribeth, expectante esperando a Aerhalyon y Rugnar*
ARIBETH: ¡Sabía que podía contar con vosotros! *dijo sonriendo* Os agradezco que nos ayudéis en estos tiempos tan difíciles que corren.
RUGNAR: No es nada, estamos aquí para eso *dijo mientras se mesaba la barba*
ARIBETH: Bien, supongo que Fenthick os habrá contado la base del problema. No sabemos quién ha podido hacer esto, y la única forma de poder tener una posibilidad de crear la cura es recuperando los reactivos. Así que vuestra tarea será doble: primero, encontrar a las criaturas y devolver los componentes de ellas que sirven para la cura. Y segundo, saber quién se encuentra detrás de todo esto. Coged esto *de una bolsita de cuero, sacó una especie de piedra, tan grande como la palma de la mano, con una cuerda atada en la mitad*. Es una piedra mágica que os teleportará aquí en caso de estar en peligro o de necesitarlo.
AERHALYON *Asintió mientras cogía la piedra, y la guardaba dentro de la túnica* Vale, pero… ¿por dónde deberíamos de empezar a buscar?
ARIBETH: Según contactos recientes, el devoraintelectos se encuentra en el Distrito de la Península. Debéis de ir allí y traernos su cerebro. Pero tened mucho cuidado: como su nombre indica, puede hipnotizaros, y, a partir de ahí, dejaros muertos en el suelo con un gran hoyo en la cabeza. Marchaos, no debéis de perder el tiempo. Presiento que no será una tarea fácil.
*Aerhalyon y el enano asintieron, mientras avanzaban por la salida del sanatorio. Abrieron las puertas del edificio, dispuestos a mirar al estado de la ciudad de Noyvern fuera de las paredes*

[Erthalion]

PARTE II - A

*Poco serviría intentar describir el estado de la ciudad. Pilas de cadáveres tapados por una manta y quemándose por un lado, por otro gente desamparada de su hogar… era un panorama muy desalentador. Aerhalyon y Rugnar intentaban no mirar mucho rato el panorama, he ir directos al Distrito de la Península. Al cabo de pocos pasos, una mujer se les acercaba gritando y suplicando*
MUJER: ¡Por favor, ayudadme! *dijo mientras llegaba exhausta hasta ellos. Parece que se había pegado una buena caminata corriendo*
AERHALYON: Cálmate, ¿qué ocurre?
MUJER: ¡Es terrible! ¡El Distrito de la Península está fatal! ¡Los prisioneros han tomado el poder en ella, y los guardias hacen lo que pueden para retenerlos, y que no pasen al centro de la ciudad! *dijo, mientras respiraba a veces para recuperar el aliento*
*Aerhalyon miró a Rugnar un momento, y este hizo lo mismo. Parecía que ya sabían lo que había que hacer*
AERHALYON: No te preocupes. Quédate aquí, iremos allí de inmediato.
MUJER: ¡Oh, gracias! ¡Por favor, tened cuidado! ¡Las cosas están muy peligrosas allí!
*Ambos asintieron, mientras se dirigían rumbo al distrito. A las puertas de él, un guardia les detuvo*
GUARDIA: Alto. No se puede pasar llegado a este punto sin autorización previa.
RUGNAR: Venimos de parte de Lady Aribeth. Nos ha asignado temporalmente al servicio de la milicia de Noyvern.
GUARDIA: Podéis pasar *dijo el guardia, mientras abría las puertas metálicas que se hallaban a su espalda. Entraron deprisa, y el guardia nuevamente las cerró. Al poco de entrar, otro guardia les llamó la atención*

CAPITÁN KIPP: No vayáis muy lejos, tenemos que hablar.
AERHALYON: ¿Qué ocurre?
CAPITÁN KIPP: Ha habido una fuga en la prisión, y ahora mismo no es muy seguro ir más lejos de aquí. Debéis de tener cuidado.
AERHALYON: ¿Dónde se encuentra la prisión?
CAPITÁN KIPP: Al suroeste de aquí, en lo alto de la colina *dijo, mientras señalaba* Te recomiendo que fueras a hablar con Sedos Sebile, al sureste de aquí. Han conseguido instalar un cuartel general, para ver cómo van las cosas.
AERHALYON: Gracias por el aviso capitán *dijo mientras él y Rugnar se alejaban*
*Ambos tuvieron que abrirse paso frente a las decenas de prisioneros que había: enanos, humanos, semiorcos… no parecía haber fin de ellos. Incluso se encontraban rehenes en la ciudad, que estaban secuestrados por los fugitivos. La tarea de devolver al Distrito de la Península su normalidad no iba a ser fácil*

[egbertus]

solo te puedo decir una cosa ¿cuando la siguiente parte?

[Erthalion]

pues...*intenta traducir al cristiano*
cuando tenga tiempo libre yo y mi hermano para seguir jugando, luego tiempo para escribir, y luego tiempo para postear (en resumen, 1 de cada 1000000000000000 veces por ahora)