120 años olvidados
Publicado: Lun Mar 07, 2011 11:34 am
//Primero que nada aclarar que Tensei nació como un Pj de una partida de mesa de D&D y que quizas algunas cosas son ligeramente distintas(pero muy ligeramente) a como se podrían interpretar en el Nwn, segundo el picaro que se pasea por la marca no tiene ni idea de su pasado y el que cuenta la historia es un Tensei "Futuro" (La idea es que llegue a viejo xD)
*Tensei sentado en una colina parecía observar a lo lejos, pero al oír unos pasos se giró sonrió y en su tono habitual que le da un aspecto de persona poco seria dijo mientras volvía a mirar a lo lejos*
Ya me han dicho el por que estas aquí, al parecer quieres oír mi historia, también me han dicho tus razones y creo que es justo que lo sepas así que escúchame bien pues yo no tengo el don de contar historias como tienen algunos, pero intentaré que sea lo mas claro posible y ten en mente que solo la contaré una vez.
*Con los ojos desenfocados y la mirada perdida pareció sumirse en un mar de recuerdos y con una voz seria poco habitual en el empezó a narrar*
Dime ¿que es lo primero que recuerdas? Supongo que el calido abrazo de tu madre mientras esta te confortaba por las noches después de que un mal sueño te despertara o como te acomodaba en la cama con un beso de buenas noches alejando tus temores…bueno en mi caso es diferente y créeme, ver como asesinan a tus padres delante de ti no es lo primero que te gustaría recordar, como tu madre gritaba, intentando protegerte mientras su vida se le escapaba al mismo ritmo que la sangre manaba de sus heridas, hasta que finalmente quedar inmóvil contigo en sus brazos, Luego oír pasos…y ver a la que ocuparía tus pesadilla durante siglos.
Bueno, empecemos por el principio, mi historia se remonta a hace un par de siglos tiempo en el que vivía felizmente con mi familia en una pequeña aldea, bueno mas que una aldea una agrupación de pequeñas granjas, por aquel entonces mi nombre era Solomon Nolathar y pese a que la vida a veces era algo difícil año tras año conseguíamos salir adelante. Yo pasaba el día cuando no ayudando a mis padres con un amigo, mi mejor amigo, Yorel.... inseparables nos asegurábamos, día tras día de tomarle el pelo a su hermana mayor, Aria, e intentar salir impunes de ello, cosa que no conseguíamos nunca por cierto. Risas, juegos, la ocasional fiesta para celebrar una buena cosecha, digamos que eran buenos tiempos.
¿Un bonito cuadro eh? Bien, digamos que durante los primeros veinte años de mi vida eso es lo que marco mi vida, mi amistad con Yorel y la ocasional ayuda a mis padres, todo perfecto, todo hermoso, hasta el día en que atacaron las granjas. ¿Qué por qué lo hicieron? Aun es un poco pronto para decírtelo, escucha y veras como sacas tus propias conclusiones.
Silenciosa se acercó a la aldea de una forma que no la vimos venir, no hasta que ella quiso que la viéramos. En un rápido movimiento liquidó a mi padre y al padre de Yorel que se habían acercado a preguntar quien demonios era, el pánico y el miedo por la escena que acababa de presenciar hizo que yo empezara a gritar y mi madre actuando con rapidez me llevo dentro del granero, donde cerramos y esperamos a que se fuera tras coger lo que sea que quisiese. Bendita ironía, no estaba allí para robar y me di cuenta de ello cuando mi madre se giro y vio a la figura acercarse hacia nosotros, abrazándome con fuerza grito de dolor cuando una daga se le clavo en el costado y sangre empezaba a manar de ella. La figura se acerco despacio, confiada y cuando llego junto a nosotros me tomo la mano e hizo un pequeño corte en ella con una daga…no recuerdo mucho más de ese día.
Lo siguientes días fueron un borroso recuerdo de un viaje a caballo, al parecer esa figura no estaba sola puesto que recuerdo ver a Yorel y su hermana en compañía de otros jinetes. Lo que fuera que me dieron entumeció mi mente así que no recuerdo ni durante cuanto tiempo cabalgamos ni hacia donde, lo único que recuerdo claramente son mis lagrimas, silenciosas y llenas de temor, lagrimas por la perdida de mis padres y por miedo a que yo fuera el siguiente. Tras unos días de viaje me arrojaron en una fría celda, solo y desamparado no pude si no seguir llorando hasta que el mismo cansancio y lo que fuera que me habían dado me hicieron cerrar los ojos….
*Tensei se reincorporó con la mirada aun perdida a lo lejos, una vez empezado el relato parecía ya no poder parar*
¿Sabes? Lo peor del silencio y la soledad es que te dan tiempo a pensar y justamente es algo que quizás no debía haber hecho, solo en esa celda me golpeo la cruda realidad con una fuerza que me desarmó. Mis padres estaban muertos, mis amigos no sabía si seguían con vida y no tenía ni idea de donde estaba.
Los días pasaron…bueno mas bien creo que pasaron lo único que marcaba el tiempo era los momentos en que me alimentaban, las preguntas seguían acumulándose en mi mente y no fue hasta pasado bastante tiempo que la puerta de la celda volvió a abrirse para dejar entrar a alguien. Por suerte para mi no era la figura que mató a mis padres, por desgracia para mi era un semiorco enorme con cara de pocos amigos… o quizás su cara habitual no es que entienda demasiado de esa raza. Me sacó a empujones de la celda y me llevo por una serie de largos pasillos sin ventanas e iluminados por antorchas hasta llegar ha una sala de vastas dimensiones donde no había nada excepto un trono de madera, vacío en estos momentos. Sin mediar palabra el semiorco se quedo quieto esperando, así que espere también y pronto empezó a llegar más gente entre ellos Yorel y Aria. Muchos jóvenes estábamos allí, representantes de la raza elfa , humanos y algún que otro mediano.
Un elfo de aspecto enfermizo se puso delante del grupo y empezó a hablar, no recuerdo exactamente sus palabras pero recuerdo como decía que eran una organización de mercenarios, como de buenos eran, cuanto dinero ganaríamos ahora que iban a entrenarnos…bla bla bla. Palabras vacías a mis oídos puesto que no me habían traído a un entrenamiento ¡me habían secuestrado y matado a mi familia! Los rostros de los demás jóvenes reflejaba un asco similar a las palabras del elfo….¿de verdad pensaban que conseguirían que trabajaríamos con ellos? Cuando terminó de decir su discurso sonrío y nos miro expectante, no fue defraudado ya que un humano se adelanto gritando que eran unos monstruos que se podían ir al infier…cayo a mitad palabra y con su caída se fue cualquier color de mi rostro además de cualquier valor que hubiera despertado en los demás sus palabras. Nos llevaron a las celdas de nuevo y nos dejaron allí para que aguardáramos el inicio del entrenamiento….
*Tensei suspiró mientras se miraba las manos*
¿Dijeron mercenarios verdad? Bueno más bien se dedicaban a asesinar y realizar cobros a gente…problemática. Su entrenamiento era brutal y metódico, te rompían el cuerpo, te rompían la mente asegurándose de crear un arma…un arma simple y eficaz que no tuviera capacidad de razonar…
*Volvió a suspirar alzando la mirada al cielo*
Descansemos unos minutos, necesito organizar mi mente para contarte lo que viene ahora…
//Ale en unos dias creo que tendré la continuación xD
*Tensei sentado en una colina parecía observar a lo lejos, pero al oír unos pasos se giró sonrió y en su tono habitual que le da un aspecto de persona poco seria dijo mientras volvía a mirar a lo lejos*
Ya me han dicho el por que estas aquí, al parecer quieres oír mi historia, también me han dicho tus razones y creo que es justo que lo sepas así que escúchame bien pues yo no tengo el don de contar historias como tienen algunos, pero intentaré que sea lo mas claro posible y ten en mente que solo la contaré una vez.
*Con los ojos desenfocados y la mirada perdida pareció sumirse en un mar de recuerdos y con una voz seria poco habitual en el empezó a narrar*
Dime ¿que es lo primero que recuerdas? Supongo que el calido abrazo de tu madre mientras esta te confortaba por las noches después de que un mal sueño te despertara o como te acomodaba en la cama con un beso de buenas noches alejando tus temores…bueno en mi caso es diferente y créeme, ver como asesinan a tus padres delante de ti no es lo primero que te gustaría recordar, como tu madre gritaba, intentando protegerte mientras su vida se le escapaba al mismo ritmo que la sangre manaba de sus heridas, hasta que finalmente quedar inmóvil contigo en sus brazos, Luego oír pasos…y ver a la que ocuparía tus pesadilla durante siglos.
Bueno, empecemos por el principio, mi historia se remonta a hace un par de siglos tiempo en el que vivía felizmente con mi familia en una pequeña aldea, bueno mas que una aldea una agrupación de pequeñas granjas, por aquel entonces mi nombre era Solomon Nolathar y pese a que la vida a veces era algo difícil año tras año conseguíamos salir adelante. Yo pasaba el día cuando no ayudando a mis padres con un amigo, mi mejor amigo, Yorel.... inseparables nos asegurábamos, día tras día de tomarle el pelo a su hermana mayor, Aria, e intentar salir impunes de ello, cosa que no conseguíamos nunca por cierto. Risas, juegos, la ocasional fiesta para celebrar una buena cosecha, digamos que eran buenos tiempos.
¿Un bonito cuadro eh? Bien, digamos que durante los primeros veinte años de mi vida eso es lo que marco mi vida, mi amistad con Yorel y la ocasional ayuda a mis padres, todo perfecto, todo hermoso, hasta el día en que atacaron las granjas. ¿Qué por qué lo hicieron? Aun es un poco pronto para decírtelo, escucha y veras como sacas tus propias conclusiones.
Silenciosa se acercó a la aldea de una forma que no la vimos venir, no hasta que ella quiso que la viéramos. En un rápido movimiento liquidó a mi padre y al padre de Yorel que se habían acercado a preguntar quien demonios era, el pánico y el miedo por la escena que acababa de presenciar hizo que yo empezara a gritar y mi madre actuando con rapidez me llevo dentro del granero, donde cerramos y esperamos a que se fuera tras coger lo que sea que quisiese. Bendita ironía, no estaba allí para robar y me di cuenta de ello cuando mi madre se giro y vio a la figura acercarse hacia nosotros, abrazándome con fuerza grito de dolor cuando una daga se le clavo en el costado y sangre empezaba a manar de ella. La figura se acerco despacio, confiada y cuando llego junto a nosotros me tomo la mano e hizo un pequeño corte en ella con una daga…no recuerdo mucho más de ese día.
Lo siguientes días fueron un borroso recuerdo de un viaje a caballo, al parecer esa figura no estaba sola puesto que recuerdo ver a Yorel y su hermana en compañía de otros jinetes. Lo que fuera que me dieron entumeció mi mente así que no recuerdo ni durante cuanto tiempo cabalgamos ni hacia donde, lo único que recuerdo claramente son mis lagrimas, silenciosas y llenas de temor, lagrimas por la perdida de mis padres y por miedo a que yo fuera el siguiente. Tras unos días de viaje me arrojaron en una fría celda, solo y desamparado no pude si no seguir llorando hasta que el mismo cansancio y lo que fuera que me habían dado me hicieron cerrar los ojos….
*Tensei se reincorporó con la mirada aun perdida a lo lejos, una vez empezado el relato parecía ya no poder parar*
¿Sabes? Lo peor del silencio y la soledad es que te dan tiempo a pensar y justamente es algo que quizás no debía haber hecho, solo en esa celda me golpeo la cruda realidad con una fuerza que me desarmó. Mis padres estaban muertos, mis amigos no sabía si seguían con vida y no tenía ni idea de donde estaba.
Los días pasaron…bueno mas bien creo que pasaron lo único que marcaba el tiempo era los momentos en que me alimentaban, las preguntas seguían acumulándose en mi mente y no fue hasta pasado bastante tiempo que la puerta de la celda volvió a abrirse para dejar entrar a alguien. Por suerte para mi no era la figura que mató a mis padres, por desgracia para mi era un semiorco enorme con cara de pocos amigos… o quizás su cara habitual no es que entienda demasiado de esa raza. Me sacó a empujones de la celda y me llevo por una serie de largos pasillos sin ventanas e iluminados por antorchas hasta llegar ha una sala de vastas dimensiones donde no había nada excepto un trono de madera, vacío en estos momentos. Sin mediar palabra el semiorco se quedo quieto esperando, así que espere también y pronto empezó a llegar más gente entre ellos Yorel y Aria. Muchos jóvenes estábamos allí, representantes de la raza elfa , humanos y algún que otro mediano.
Un elfo de aspecto enfermizo se puso delante del grupo y empezó a hablar, no recuerdo exactamente sus palabras pero recuerdo como decía que eran una organización de mercenarios, como de buenos eran, cuanto dinero ganaríamos ahora que iban a entrenarnos…bla bla bla. Palabras vacías a mis oídos puesto que no me habían traído a un entrenamiento ¡me habían secuestrado y matado a mi familia! Los rostros de los demás jóvenes reflejaba un asco similar a las palabras del elfo….¿de verdad pensaban que conseguirían que trabajaríamos con ellos? Cuando terminó de decir su discurso sonrío y nos miro expectante, no fue defraudado ya que un humano se adelanto gritando que eran unos monstruos que se podían ir al infier…cayo a mitad palabra y con su caída se fue cualquier color de mi rostro además de cualquier valor que hubiera despertado en los demás sus palabras. Nos llevaron a las celdas de nuevo y nos dejaron allí para que aguardáramos el inicio del entrenamiento….
*Tensei suspiró mientras se miraba las manos*
¿Dijeron mercenarios verdad? Bueno más bien se dedicaban a asesinar y realizar cobros a gente…problemática. Su entrenamiento era brutal y metódico, te rompían el cuerpo, te rompían la mente asegurándose de crear un arma…un arma simple y eficaz que no tuviera capacidad de razonar…
*Volvió a suspirar alzando la mirada al cielo*
Descansemos unos minutos, necesito organizar mi mente para contarte lo que viene ahora…
//Ale en unos dias creo que tendré la continuación xD