El hijo de Eldun el Oscuro.
(Parte primera: tiempos de magia)
(Parte segunda: D´yrdre)
“ El nacimiento en la casa Ma´fer esperado con impaciencia, no fue del agrado de los pesentes. Aa´rcne levantó la cabeza y seguidamente se incorporo de manera cansada.
Resignada se dejó caer y miro hacia el techo de la estancia. Las gotas de sudor corrieron sobre sus sienes rapidamente. Y suspiró.
El silencio era absoluto, tan solo los quejidos de aquel bebe drow, de piel mortecina que no cesaban en ningun momento lo rompian.
-oh, callate…callate… - Gritó Aarcne mordiendose el labio.
-callate Isifel!!-
E Isifel, hijo de Aarcne Ma´fer matrona de la casa Ma´fer y Eldun El Oscuro Mago de la misma, dejó de llorar.”
Tiempos de magia
Eldun alzo las manos en el pozo de encantamiento y pronuncio las palabras precisas con las pausas adecuadas.
Al poco rato el pozo comenzo a hervir y una cegadora luz surgió de el, e instantáneamente se esfumo.
La gema flotaba en sus aguas con un extraño brillo azulado. Sin duda, estaba encantada.
El mago miró a su aprendiz.
-Sigues pensando que esto no te lleva a ninguna parte, verdad Isifel? – Pregunto inquisitivo Eldun a su hijo.
El aprendiz le sostuvo la mirada un instante. Luego miro al pozo.
-Es interesante- se limito a contestar.-
Eldun se dio la vuelta y puso de nuevo una gema en el pozo. Saco de su zurron una flor y miró al aprendiz.
-No se que estupideces rondan en tu cabeza Isifel, pero si se una cosa. Una convocación mayor no es una piedra de color brillante esperando sumergida en un pozo a que la encantes. Asi que ahora limitate a aprender de los errores que cometes al encantarlas. Cuida la pronunciación.
El aprendiz se acerco al pozo comenzo la letania de versos inciando asi el proceso de encantamiento, sin embargo del interior surgio un hedor seguido de una nube de vapor.
Estaba claro que de nuevo habia fallado.
Eldun le miraba persistentemente instandole a que siguiera con el ejercicio. No se trataba solamente de que aprendiese a encantar las gemas, debia aprender experiencia. La unica manera de evitar que se equivocara en las pronunciaciones residia en insistir en que estuviera continuamente recitandolas.
Los magos tenian muy en cuenta esas cosas y en mas de una ocasión se contaban historias de conjuradores que al errar en los pasajes de un sortilegio habian invocado cosas desconocidas.
Eldun volvio a mirar a su hijo.
-Equivocarse encantando una gema Isifel te da la oportunidad de volver a intentarlo. Equivocarse llamando a un demonio de otro plano, significa tu muerte.-
El pacto que Eldun habia realizado con Aarcne se cumplió antes de que el mago se marchase de la casa Ma´fer.
Isifel paso a cargo de su padre en cuanto este tuvo la sensación de que en el habia algo que lo definia como diferente a los demas. Magia.
El archimago de la casa estaba contento e intentaba disimularlo cuando la matrona estaba cerca. Lomendel, su hermano habia resultado ser un drow resuelto con las armas y de excelente tecnica en el combate.
Sin embargo fue en Isifel en quien fijo sus objetivos, y asi se lo hizo saber a Aarcne. No le libraria de las vejaciones y torturas a las que las sacerdotisas probablemente le someterian en algun momento de su vida, pero si que le enseñeria lo que durante tantos años habia estudiado. Antes de entrar en Sorcere, Eldun le entregaria el libro tras recibir las primeras lecciones de su mano.
Durante el tiempo que Eldun pudo custodiar a su hijo procuró mostrarle que no hay faceta agradable en la magia. Sin ella no se puede sobrevivir eran sus palabras. Durante algun tiempo Isifel asimilo, trabajo y comprendio lo que su padre le enseñaba.
Cierto dia, mientras estaba intentando encantar un granate, Eldun le llevo a su hijo un libro.
El mago miro a su hijo, su aprendiz, y lo extendió.
Isifel lo cogio y lo abrió. Sus paginas estaban en blanco. Al cerrarlo contemplo el bello arte de encuadernación que se habia empleado en el. Los relieves de las tapas describian una senda con un baculo al final. El baculo era el resorte para poder activar la apertura de la gruesa correa que lo mantenia cerrado.
"Comienza a escribir tu libro de magia Isifel" le dijo su padre.
Largos y tediosos fueron los dias en los que el aprendiz se dedicaba a la pronunciación a medida que conseguia encantar diferentes tipos de gemas.
Según Eldun la manera de realizar un conjuro no residia tan solo en el aspecto somatico del mismo. La pronunciación verbal tambien jugaba un papel importante.
No eran para el desconocidas las historias de magos que en encantamientos erroneos habian traido criaturas desconocidas y de difícil si no imposible control , mientras perecian bajo manos de su propia invocación.
Las gemas se sucedian e Isifel apuntaba todos los metodos empleados para el arte de encantarlas, mientras mejoraban sus pronunciaciones y gestos. Poco a poco depuraba sus conjuros con bastante arte, sintiendo de manera ordenada y canalizada la energia necesaria para poder poner en practica lo ejercicios a los que s padre le sometia.
Las gemas pasaron a ser armas, las armas cetros, los cetros pergaminos y cuando parecia que deberia comenzar con las convocaciones, Eldun decidió comunicarle que ya habia terminado con el.
La sorpresa de su hijo fue mayuscula.
Le reprochó que no podia dejarle a medias en su iniciación, no tenia sentido poder hacer todo lo que hacia si no se arriesgaba con algo mas peligroso, y para nada le agradaba la idea de saber encantar las armas si con ello tenia que estar constantemente acompañado de Lomendel.
Isifel no odiaba a su hermano, sin embargo no queria depender de el mas del tiempo necesario. No creia que Lomendel estuviera aprendiendo el arte de la guerra pensando en su defensa, asi que era justo que el mago pudiera acceder a conjuros mas peligrosos para poder adquirir una independencia total sin necesidad de molestar a su hermano, cada vez que quisiera salir a los alrededores de la ciudad para buscar cualquier cosa que se le antojase.
Enojado no entendia el subito cambio de su padre. Desde su nacimiento, no habia tenido un trato especialmente agradable de su madre, sin embargo el hecho de que se estuviera preparando una estrategia de defensa ante el posible riesgo de un asalto por parte de alguna de las otras casas, no le dejaba mucho tiempo para poder inmiscuirse mas en su aprendizaje.
Incluso a las sacerdotisas apenas si se las veia por la casa.
Eldun no le dio explicaciones, tan solo le dijo que Sorecere debia encargarse del resto. En la escuela de magia de Menzoberranzan sabrian satisfacer su ansia de poder, y tan solo seria cuestion de tiempo que se inciara en las artes arcanas de las convocaciones.
Isifel se decepciono con aquella actitud.
La magia para el drow no era una cuestion de llamar a la criatua mas fiera o poderosa. No se trataba de un juego en el que las fuerzas de un oponente se tuvieran que medir en base a lo impresionante de sus invocaciones.
Apreció las enseñanzas de Eldun, desde luego. Nunca entendió muy bien el porque de enseñarle el mismo, su relacion jamas paso de la de un mentor y su aprendiz, pero desde luego prefirió aquel legado de familia mas que cualquiero otro viniendo de la sociedad en la que vivia.
Aarcne cumplio a la perfección orgullosa de su hijo al hacer ingreso en la escuela de magia. No se digno en presentarse para hablar con la remendada de Eldun, D´yrdre, aunque el futuro mago tampoco la echaba de menos.
La magnificencia de aquel lugar embaragaba todos sus sentidos. Era posible una creación asi? El misticismo generado a partir de semejante construccion era muy variado. Como seria Melee-Mathgere? Seguro que como aquella torre no.
Se adelanto hasta el interior. Alli los alumnos comenzaban a formar en filas para poder ser seleccionados por sus futuros mentores, e Isifel se dio cuenta de que no sabia muy bien que fila ocupar.
Miro nervioso a todos los que las formaban esperando reconocer algun tipo de compañerismo, al fin y al cabo todos eran novicios. Sin embargo nadie parecio prestarle la mas minima atención , y , cuando se quiso dar cuenta, era el unico que aun no se habia unido a alguna de las filas.
En ese momento si paso a ser el centro de atención.
Maldijo para sus adentros la torpeza con la que estaba actuando y agradecia que, al menos de mometo la sadica de su madre no se hubiera enterado de tal metedura de pata.
Sonrió, y aquel gesto seria desde ese momento, algo caracteristico ante el.
Cruzó las filas transversalmente ante la atonita mirada de todos. Y se dispuso junto a al primero que la iniciaba.
No contento con aquello, avanzo unos pasos hacia delante hasta situarse no muy lejos de tres drows y una sombra que habia divisado detrás de ellos, suponiendo que serian los magos que debian explicarles algo acerca de las normas de la escuela e indicarles sus habitaciones.
Haciendo una reverencia se dirigió a ellos.
-Saludos Archimagos de Sorcere. Soy Isifel Ma´fer, aprendiz de la casa Ma´fer y no se en que fila debo colocarme.-
Sonrió al pensar en lo que ocurriria si las noticias llegaban hasta Aarcne. Se sentia protegido en aquel lugar, al fin y al cabo la matrona de la casa Ma´fer no osaria actuar de manera imprudente contra el idomable de su hijo mientras permaneciera alli. No a riesgo de quedar en entredicho su poder para dominar a los varones de su propia casa.
La multitud rompió en sonoras carcajadas. Al principio surgieron timidas, pero confiados en que no parecia haber represalia alguna por parte de los tres hombres, el resto se fue animando y al final, la risa se habia generalizado. Pocos no la hacian, entre ellos la sombra que aun permanecia donde Isifel la habia detectado.
El conjuro fue tan sutil que apenas si pudo percibirlo. El silencio que de pronto reinó en el lugar no le pillo de sorpresa por muy poco. No iba dirigido a el, la mayo parte de la magia estaba canalizada en cubrir un amplio espectro del lugar para poder hacer mejor su funcion. La zona en la que se encontraba parecia segura. Al menos de momento.
Los jóvenes aprendices se miraron unos a otros con ojos muy abiertos expresando sn poder emitir un gemido o grito lo que cada uno veia en el otro.
Sus bocas estaban selladas. Sus labios se habian fundido y algunos salieron corriendo.
Isifel sonrio, pero esta vez procuro que nadie le viese.
-Ya es suficiente Xenoxael. – Dijo tomando forma la voz.
El mago palidecio y asintio rapidamente.
La mujer que vestia una tunica roja, era bastante bella. El pelo totalmente blanco le caia por el rostro, y aunque en su mirada detectaba que era una implacable hija de Loth, algo le hacia pensar que su padre no podia haberle entregado a la maldad sin criterio de una sacerdotisa de la diosa araña.
La mujer mirando a Isifel se dirigio hacia la multitud.
-Hoy sobrevivireis- Dijo con una frialdad que hubiera atemorizado incluso a Aarcne.
Los magos se pusieron a trabajar y comenzaron a conducir las filas hacia el interior de la torre despejando poco a poco el patio principal.
D´yrdre miro al joven aprendiz.
- Quedar en ridiculo es ahora el nuevo estilo de los hijos de la matrona Aarcne y Eldun el Oscuro? – Dijo sonriendo maliciosamente conocedora de la falta de respeto que Isifel cometeria si le contestaba.
El mago la miró recordando las palabras que le habia dirigido a aquellos que se habian reido de el.
Sabia que la autorida no podia ser cuestionada, y aunque el habria elegido otro metodo para amenzar a todos aquellos estupidos que se habian mofado de el, tenia muy claro que aquella mujer cumpliria esctricta y metodicamente el contenido de su mensaje si una tonteria como aquella volvia a repetirse.
Isifel trago saliva y antes de abrir la boca D´yrdre volvió a hablar.
- Lomendel sera el futuro maestro de armas de la casa Ma´fer. Esperas convertirte tu en el Archimago de la misma?.
Miro directamente a la maga y asintió.
Isfifel Ma´fer : tiempos de magia (1/2)
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