Sujeto i74c14

Los trovadores de la región narran la historia de sus héroes. (Historias escritas por los jugadores)

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Sinadriel

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Mensaje por Sinadriel »

Esta historia es para encaminar el pasado de Sinadriel, mi nuevo pj con trasfondo Maligno, pero para comprender su comportamiento actual en el servidor, han de pasar algunas historias más. La historia está basada en las ideas que mas me gustan de lo que he leído sobre reinos perdidos, que es el reino de nether antiguo, y en esta parte habrá una joven e inocente Sinadriel, y un liche Netheriano, que ya se descubrirán sus propositos en el futuro y el por qué hace lo que hace. Espero que os guste y no os parezca del todo cuento chino u os parezca excesivamente fantasioso. He intentado darle un toque de fantasía combinado con las cosas que he llegado a leer, así que aunque parezca extraño, más extraño es el mundo de Nether antiguo y sus magias que rompen los esquemas normales.


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Sujeto i74c14



El sol deslumbraba en lo alto de la colina, el prado era verde y la brisa suave y refrescante. La hierba danzaba al revoloteo de los pájaros y los insectos. El rio surcaba al interior del mar de los dragones, que fría sus aguas emanaban de las montañas del este y del oeste que al sol de la primavera derretía las blancas cumbres que desde la llanura se podían ver.

En este bonito lugar se encontraba la protagonista de nuestra historia, una joven e inocente elfa de dorados cabellos, correteando tras su hermano mayor, intentando cogerlo mientras sus padres, tumbados en una tibia sombra bajo un árbol preparaban el descanso y regazo de paz.

- ¡No corras hermano, antes o después voy a cogerte!
- Con esas flacas piernas y con los pies descalzos jamás me vas a coger. Já, si a duras penas te han crecido aun los pechos y pronto cumplirás los 17.

La jovencita se detuvo y su hermano comenzó a correr más rápido pero cuando volvió la cara de mirarla, ¡Zas! De bruces fue a dar con ella. Rodaron un poco del encuentro.

- ¡Jajajaja! – la joven se reía – No todo es músculos hermanito, ¡jajajaja! – se rascaba un poco la cabeza del choque.
- Ya veo ya, estas desarrollando muy bien tus habilidades como bruja, pequeña Sina…
- Es arcana, arcaaana… - le sacaba le lengua –
- Pues eso mismo, bruja, bruuuja. – Se incorporaba el joven fornido – bueno, vamos a tomar algo, me parece que padre nos llama al lejos.
- Si, vamos, estoy sedienta.

Caminaron hacia el árbol frondoso donde descansaban sus padres.

El tiempo, soleado y sin apenas nubes rápidamente tornó en tormentas y antes de avanzar escasos metros hacia sus padres, oscuro y lluvioso. La joven, asustada, se agarró a su hermano.

- ¡Esto no es algo de fuerzas naturales!, ¡algo malo va a suceder Sinadriel! ¡Debes de permanecer cerca de mí!
- ¡Padre nos llama Kail, padre nos llama!
- ¡Lo sé!, ¡no logro oírlo por la lluvia pero puedo verlo!, ¡vamos con él despacito!

Sus padres recogían todo los enseres que habían desplegado sobre una fina tela, y desataba a los caballos que atados al árbol permanecían asustados. Una densa niebla oscura emanaba desde el interior de la arboleda cercana al prado, y jinetes montados en oscuros caballos y de rostro cubierto, emanaban. Un frio terror recorría el cuerpo de los dos jóvenes, que por el espectáculo, petrificado quedaron; sin que sus padres pudiesen haberlo evitado, una lanza traspasó el pecho de la madre, y un martillo desquebrajó el cráneo del padre. Un grito entre llantos surgió de la garganta de Sinadriel.

- ¡¿Por queeeé? Noooooo… nooo….! Padre…. ¡Madreee!
- Vamos Sinadriel…! Vamos levanta!, ¡tenemos que correr! ¡Tenemos que alcanzar el bosque!

El joven levantó a duras penas a su hermana y la tiraba para que corriese, pero rápidamente los rodearon entre 3 jinetes. Callados y sin expresión alguna, los apuntaron con las lanzas y armas que portaban, y desde atrás, desde donde sus padres yacían muertos, una figura cubierta de trapos emanaba desde el vacío.

- Los quiero vivos, pero el chico… lleva un arma.

Escondida en la bota llevaba la daga, que tras unas palabras del enigmático ente, empezó a arder.

- Ahh!! Ah!! - intentaba quitarse la bota -.

Sinadriel lloraba asustada, pidiéndoles poder marchar.

- Tomadlos y llevadlos a c14.
- Si maestro.

La figura desapareció delante de ellos, y los jinetes desmontaron caminando hacia ellos. En un instante, una niebla oscura apagaba toda mínima presencia de luz y solo se escucho el grito aterrador de los jóvenes.


Las gotas se escuchaban caer en la lejanía, la periocidad marcaba el curso del tiempo, el charrasqueo de las antorchas encendidas del interior, marcaban la presencia. Amarrada a los grilletes, entre barrotes y sola se encontraba la joven elfa, donde permaneció durante horas. Las fuerzas la abandonaban y las lágrimas dieron paso al silencio.

Era de noche, y ella lo supo, había pasado un día y medio desde su secuestro y se despertó por el ruido de cadenas tiradas por esqueletos armados. Esta imagen de los esqueletos la estremeció y más cuando vio a su hermano arrastrado con el rostro cubierto.

- ¡Kail… Kaiiiiiiiiil!
- Se fuerte pequeña, ¡se fuerte!

Despareció a lo largo del pasillo y a los minutos se escucharon gritos de dolor desquebrajados del joven Kail. Sinadriel se tapaba como podía los oídos y solo podía intentar querer despertar como de un sueño.

- Tengo que salir de aquí, tengo que salir de aquí, tengo que salir… - en su mente solo brotaba esas palabras – Debo de intentar salir…

Cesaron los gritos, apenas unos minutos duraron, y volvieron a sonar las cadenas, que arrastraban a su hermano chamuscado y con el pecho perforado con una piedra verde emanante de energía y los ojos vueltos en blanco. No le tuvo tiempo ni de replicar ningún sonido cuando un esqueleto coronado apareció junto a su celda.

- Saquen al sujeto i74 y prepárenla para la inserción de una oxidiana de ioun mayor. – resonaba la voz hueca en la galería –

Entraron a por ella y la sacaron tirando de ella. Solo podía gritar y sollozar, mientras miraba a su hermano túnel abajo.

Llegaron a una gran instancia, iluminada por fuegos de diferentes colores y lleno de matraces y soluciones químicas. La forzaron y le quitaron toda la topa a tirones. Desnuda la colocaron sobre una mesa, la ataron y la incorporaron. Allí había esqueletos animados, no podía concebir lo que veían sus ojos, y aunque poco entendía, pudo ver que había 1 figura destacable, que solo quedó cuando todo estuvo listo.

- Que quieres de mí, ¡no he hecho nada! – le dijo al esqueleto- esto… no puede ser real –musitaba- no existen los esqueletos vivientes más que en los cuentos de miedo…
- Ja… ja… ja… - parecía hacerle gracia sus palabras al esqueleto- No sufras pequeña, todo acaba aquí, o tal vez… comience…

La elevó unos metros sobre el suelo y el poderoso esqueleto pronto empezó a levitar del suelo, acercándose a ella mientras acercaba a su mano una piedra que flotaba a hacia él, emanando cierta aura blanca. Desesperada se retorcía intentando escapar asustada recordando la piedra del pecho de su hermano y los gritos desgarradores. La instancia rápidamente empezó a reconducir rayos de luz sobre la piedra y fuertemente la presionó sobre el pecho de la joven quemándole. Siguió presionando hasta hundir su mano por completo en el pecho y después de eso, dejó la piedra dentro de su cuerpo, cerca de su corazón. La joven yacía semiinconsciente por el dolor sin apenas respiración y desangrada mientras descendía lentamente hasta tocar el suelo. El Liche la observó un instante levantándole la cara y despejándole el rostro de los pelos. Estaba sudando, sin habla y apenas podía mantener la mirada sobre el esqueleto coronado. Sus ojos de color dorado comenzaron a tornar en un gris claro muy intenso, como una nube de humo claro, tornando sus ojos de color permanentemente, y sus heridas cicatrizar como si nada hubiese pasado. El liche rápidamente chasqueó los dedos y aparecieron esqueletos.

- Éxito logrado con la oxidiana mayor… lleven al sujeto i74 a la cámara sellada.

La descolgaron y derrumbada toco el suelo, y terminó desmallándose. Llevaron su cuerpo pasillo abajo sobre una camilla de lonas roídas por el tiempo, descendiendo piso tras piso, escaleras abajo hasta la más absoluta oscuridad.
Sinadriel

Re: Sujeto i74c14

Mensaje por Sinadriel »

Comienzos

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Las horas pasaron, y la joven despertó en una sala oscura. Asustada por el absoluto silencio, el frio y el fuerte dolor en el pecho, prefirió permanecer quieta en la esquina. Lloraba sola, con la cabeza entre las piernas, hasta caer agotada; sus ojos se cerraron y volvió a dormir.

Pasó un día, y otros cuantos más, y la muchachita sin fuerzas solo buscaba agua en las húmedas paredes. Sus ojos pronto se acostumbraron a la oscuridad y poco a poco encontró en ella signos, objetos y formas reconocibles. Una mesa, pluma y tinta en su superficie plana, cajones y lo que parecían papiros viejos se amontonaban. Un pequeño cuenco en otra esquina y cientos de huesos a lo largo de la sala. Tal vez pensó, si he de vivir aquí, será mejor que haga la casa, la recoja y la ponga cómoda para mí, al menos así la enseño su madre; mataba las horas.

- Esta pared parece más húmeda por aquí… y el aire circula más en esta esquina – pensaba para sí misma - . Si coloco el cuenco pegado a la pared, tal vez pueda recoger agua. – Se puso manos a la obra, rascando una ligera hendidura sobre la pared-.
- ¡Auroram Lux! – sus manos chasqueaban intentando conjurar algo en vano- ¡Auroram Lux! ¡Maldita sea!… un poco de luz. - Permanecía pensativa, algo le rondaba la cabeza, pero dudaba. – Tal vez pueda usar… Scriptorium, y saltar la puerta, pero sin un contacto visual, puedo acabar atrapada bajo un muro…- se frotaba la cabeza – pero puedo morir encerrada... me tienen al abandono… - pasó unos segundos meditativa - ¡Bien, he de hacerlo! – Balbuceo - ¡Scriptorium! ¡Aaah!

Un fuerte chispazo recorrió desde los pies a la cabeza a Sinadriel, emanando un aura azulada, que hacia el techo de la instancia flotaba recogiéndose en un brillante cristal azul. Tenue, latía. Comprendiendo que estaba encerrada en un campo anti mágico, y furiosa, le pegó una patada a la puerta, lastimándose el pie. Parece que tuvo efecto, la puerta crujió, cediendo. Asustada de lo que pudiese haber, asomó lentamente la cabecita, viendo un largo pasillo tenuemente encendido por antorchas. Sigilosamente comenzó a salir, y en menos de unas zancadas, al final del pasillo aparecieron luces emanando de donde nada había. Solo pudo verlas un instante cuando un fuerte golpe la lanzó pasillo abajo agarrada por una mano verde enorme. Su cuerpo quedó inmóvil y sin poder ver más que el techo, una risa profunda resonaba en el pasillo.

- Jaa…jaa…ja… linda felina… ¿crees que puedes escapar sin que lo sepa? Levanta, mi dulce tesoro… - con un suave gesto de manos, el que días atrás experimentaba con su cuerpo, atrajo a la joven hacia él, como si una triste marioneta sin control fuese. – Te veo desnutrida, gatita, ¿acaso no comes? Ah… cierto, aquí no tenemos comida… es lo que tiene estar ligeramente… muertos – sonreía irónico ante la cara de la joven elfa -, pero no temas querida, habla, exprésate… ya has pasado a otro rango entre mis… juegos… - Uno de los gigantes dedos de la mano destapó su boca dejándola hablar –
- ¡Maldito! ¡Suéltame asqueroso seeeer! ¡¿Qué quieres de mí?! ¡¿Qué te he hecho yo?! – cogió aire - ¡Ojalá te mueraaas maldito engendro!
- Jaajaajaaa – Reía profundo el liche – Suena gracioso, ojalá… me muera… si soy todo huesos encanto, no queda ni para puchero… relájate… - con otro leve gesto, se cerró nuevamente el dedo, aprisionando su boca –
- Te preguntarás, ¿qué desea este exquisito ser de una incrédula cría como yo, tan inservible y… maleducada?, como bien estas demostrando al hablarme así en mi casa…

Se dejó caer como quien se sienta en una cómoda silla, sosteniéndose el cuerpo en el aire.

- Apenas tienes unas decenas de años y aquí estas, gozando de la presencia de los milenios ante ti… ¿no eres arcana? Soy más arcano que cualquiera de los vivos, jejeje… He gozado de la magia sin límites, y…he tenido todo a mis pies… y aun así... ¿qué puedo querer de ti?

No la dejaba hablar, se regocijaba de su poder, y la joven, impotente, derramaba unas discretas lágrimas.

- Vamos a tus aposentos… allí todo lo comprenderás.


Descendiendo, tomo a la chica del brazo, cosa que le dio mucho miedo, arrastrándola al no poder moverse. Una vez en la puerta, la lanzó hacia el interior, despareciendo la magia, sin emanar a la piedra azul; simplemente los efectos se fueron. Entró el anciano liche con una antorcha en la mano, sentándose en la silla del escritorio.


- Supongo que sabrás que es toda esta sala – negaba la chica en un rincón – es una sala anti magia, pero… ¿por qué no se ha alimentado el cristal de mi tensión urdímbrica? ¿Por qué la mano de bigby no ha sido consumida por el cristal? Dime, joven solar… ¿lo sabes? – negó nuevamente - ¡La elfa no lo sabe!, te lo dirá el saco de huesos; está construido sobre un espacio de magia muerta, los efectos de la urdimbre nunca podrán hacer nada aquí. Pero… si tú conjuras… el cristal se activa… magnifico, ¿no lo crees?


Asintió sin comprender la mitad de las cosas. En un prolongado silencio, las miradas del liche se fijaban en el cuerpo de la joven elfa.


- Hace tantos años que… perdí la carne... Ese estúpido de Karsus estropeó todo. ¿Sabes? Sin un Mythalar es imposible mantener la carne fijada al cuerpo… ¿Sabes que es un Mythalar? No importa, tampoco comprenderías su más simple mecanismo. Lo importante es que tú me vas a ayudar a cruzar las barreras, tú vas a hacerme divino, y yo voy a ayudarte a hacerlo, porque ahora eres mía, y es mi voluntad que así sea.


Se incorporó y deslizando unas cortinas, dejó a la vista un oscuro cuarto que antes no pudo ver.


- ¿Cómo te llamas?
- Si.. si… Sinadriel …
- Levanta Sinadriel, y acompáñame.


Se adentraron en la nueva sala iluminada, iluminados con el fuego de una antorcha, encendiendo algunas otras apagadas de la sala.


- Vas a aprender magia pura, joven Sinadriel, aquí tienes todo lo que necesitas. Libros, papeles, tinta... fuego para ver. Permanecerás presa hasta que me reveles servidumbre y hasta entonces… comerás basura, vivirás como una rata.
- ¿ y por qué tendría que hacerlo? Me has arrebatado todo lo que tenia, no se ha dado cuenta que no tengo nada… que me haga luchar…
- Insolente niña – las cuencas de los ojos se encendieron rojo oscuro, y con su mano izquierda la tomó del cuello – créeme… puedo convencerte de miles de formas cruentas. Puedo borrar todos tus recuerdos, arrancarte las extremidades y luego volverlas a regenerar, una y otra vez. Puedo hacerte ver tus mayores temores, e incluso condenarte a la eternidad, así que dime ¡¿De verdad no tiene nada que te haga luchar?! – Dejándola caer al suelo –


Casi la ahoga, la joven tosía con fuerza, intentando respirar nuevamente.


- Si... si…
- Esa es la mejor de las decisiones… Comenzarás por esa estantería. Luego vendrá un condenado a traerte el alimento. El tiempo todo lo cura jovencita, y la ira remite. Dale tiempo al tiempo.


La siniestra figura abandonaba las salas, cerrando nuevamente la puerta. Descansada por su ausencia, comenzó a revisar lo que en la nueva sala pudo ver.


- Panteón de Faerûn, Hilos perdidos de Mistryl… Magia pesada… a saber qué es esto…


Estuvo mirando las estanterías una a una, pero cuando intentó sacar uno de los libros, no pudo, algo le impedía sacarlo. Siguió intentándolo con el resto y no pudo con ninguno, parándose a pensar durante un instante la causa. Tras la pausa, marchó a la primera estantería que le indicó el arcano, se agachó y tocó el canto del libro más bajo a la izquierda. Este se animó, volando hasta la mesa y abriéndose por la primera pagina. Se sentó y comenzó a indagar las páginas.


- Escuelas mágicas…


Entre la lista habían escuelas tachadas a carboncillo, como la adivinación y la convocación, y otras rodeadas con un circulo como la ilusión, la encantación y la nigromancia. Este último le resultó tentador, tal vez pudiese aprender más sobre los no muertos, y así encontrar una posible escapatoria.


Golpearon la puerta, y una bandeja sonó arañándose contra el suelo de la sala. Fue a por ella, la tomó y la llevó a la mesa.


- Seamos inteligentes Sinadriel…- pensó la chica - lo mejor que puedes hacer es seguir aprendiendo magia… solo el arte puede sacarte de una situación así…


La jovencita se recogió el pelo con un palito y tranquilamente… comenzó a devorar libros…
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