Un error.
"En nombre de la virtud y de todos los que han caido, en nombre de Sune, os castigo!" *Seguida a las palabras del paladín, su espada descendió cruzando el pecho de esa niña que miraba la espada con aquella mirada tenebrosa.*
Todo comenzó cuando la señorita Nienna y yo, decidimos viajar hacia la pequeña villa de Nevesmortas. Durante el viaje se habia puesto a llover y unos pocos bandidos habian intentado un robo que finalizamos sin mucho problema. La tierra se embarraba mas y mas a medida que pasaban los minutos y una conversación acerca de nuestro credo empezó a dar a luz. De pronto el ruido de un poderoso golpe acompañado de un grito de furia hizo acto de presencia silenciandonos por completo. Ni lo pensamos, corriemos a ver que habia pasado.
Cuando llegamos pudimos ver a Serval, un barbaro muy corpulento y bastante alto que en ese momento descansaba en el suelo, herido. En su compañia se posaba Adah, una guerrera bastante diestra que suele ir con él barbaro. Como tercer plato un oso del tamaño de un carro se posaba a sus pies, tenia el cuello desgarrado por un poderoso impacto y varias estocadas mas certeras a lo largo de su cuerpo. Sin duda, les habia costado pero lograron vencer a tan temible criatura. Lo que vino luego fue varias presentaciones y comedidas sobre mi fe, la señorita Adah afirmaba que necesitaba de mis servicios para borrar cicatrices mientras yo atendia las profundas del barbaro. Nienna, mi dama, se presentaba y hacia acto de la virtud de la palabra dejando una muy buena impresion en la pareja de combatientes con la que ahora pasabamos el rato. Se fueron desarrollando la conversacion y de pronto mi buen amigo Don Rafael de Falal apareció tambien con su costumbre altanera de llamar la atencion. Pasaron los minutos y entonces ocurrió.
Adah: Por suerte no os habeis encontrado con el monstruo.
Nienna:¿Qué monstruo?
Adah: Un monstruo que mora en los caminos. Es un monton de tierra de unos tres metros con muchas lápidas incrustadas en él. Tiene la ferocidad de un demonio y la fuerte de cientos de ellos.
A medida que las palabras de la señorita Adah avanzaban una mezcla del brillo del miedo y la curiosidad brillaban en los ojos de la pequeña elfa, que oia fascinada la historia. Conforme terminó de narrar su encuentro con la criatura, Nienna se giro al resto del grupo y, con una habilidad magistral para la palabra, nos convenció de buscar a esa criatura y darle muerte, justo nos dispusimos a avanzar cuando un hombre muy amigo de Adah se nos unió al terminar convencido por la misma idea que Nienna habia tenido. Por lo que nos pusimos en camino.
Llegamos al Camposanto que habia cerca, donde la entrada a una cripta estaba abierta de par en par. Ni nos lo pensamos, entramos de cabeza en busca de algun tipo de elemental de lapidas.Fue muy diferente lo que encontramos allí. Conforme bajamos pudimos ver dos siruetas humanoides que reian con desden mientras avanzaban amenazadoramente hacia nosotros. Cuando nos disponiamos a hablar se lanzaron al ataque y combatimos en respuesta. Tras los primeros no muertos, empezaron a salir mas y mas y mas. Allá donde miraba podia ver decenas de esqueletos y zombies que se abalanzaban sobre el grupo de aventureros. Usando los dones que la dama de los cabellos de fuego me habia otorgado pude expulsar muchos de ellos, pero no dejaban de salir. De pronto, me giré y una nube inmensa de escarcha se abalanzó sobre mi.
Lo siguiente que recuerdo es estar a las afueras de la cripta, con un fuerte dolor de cabeza y la armadura entera llena de escarcha. Conforme abrí los ojos, pude oir el grito de la señorita Nienna y de Don Rafael pronunciar mi nombre. Me habian sacado de allí. Habian oido una voz de ultratumba que resonaba en las afueras del hogar de esos muertos. Me reincorporé y bueno, los iguiente fue decidir los que estabamos allí sobre lo que ibamos hacer ahora. Tras casi una hora de discursión, por fin terminó todo en un "Vamos a por ese villano". En que mal momento decidimos semejante cometido.
Al entrar de nuevo vimos la entrada de un portal que nos llevo a otra cripta mas profunda aún. Avanzamos a golpe de espada y valor en ristre entre ellos hasta que llegamos a una habitación donde habia un comedor bastante grande. En medio de ellos mas y mas y mas no muertos. Se repitió la misma cruz, alzamos nuestras armas y los vencimos poco a poco hasta que terminó por no quedar uno de ellos, un Bodak, un no muerto bastante mas fuerte que los encontrados hasta ahora. Dirigió su mirada mortal a Nienna y Randal, haciendo que la chispa que nacia de sus ojos dejase de brillar. Los dos calleron desplomandose en el suelo. Mi grito de ira resono en la sala mientras me abalanzaba sobre aquel no muerto a golpe de espada. Cuando habia caído no pude mas que continuar con mis golpes, no queria que se levantase jamas, no queria que siquiera se plantease el volver pues mi espada estaria alli para encontrarse de nuevo con él, y queria demostrarselo. Entonces, una voz volvió a resonar en la cripta donde estabamos.
"Vaya, me sorprende que aun esteis vivos..."
La señorita Adah desplegó un papel y le devolvió la vida al caballero Randal. Impotente, yo cogí el cuerpo de la trovadora y lo carge mientras abanzabamos para dar punto final a todo esto. Y por fin dimos con él. Una criatura esqueletica que portaba ricos ropajes podridos de algun tipo de mago poderoso muerto hace mucho, una luz carmesí llena de odio bailaba en sus cuencas vacías mientras nos miraba triunfal. Conforme avance el cuerpo de Nienna se deshizo en polvo y el odio que moraba en mi hacia aquel hombre crecia mas y mas...
-Mi nombre es Lirian Arlein, cruzado de la Dama de los Cabellos de Fuego. Y tu, criatura, conocerás tu fin de inmediato.- Lo señalé con mi espada pero no parecia importarle lo más minimo.
-Paladín paladín paladín...- De pronto, una niña pequeña apareció a su derecha. No era la primera vez que la habiamos visto, y todas ellas en la misma cripta cual fantasma en pena.- ¿Seré yo o la pequeña quien os ha quitado a los que protegiais de la no muerte? Hm... Será mejor que elijas bien, pues no vas a tener una segunda oportunidad y de equivocarte la pesadilla de la no vida lanzará su gélido aliento sobre la marca, implacable...- No dude. Cerrelos ojos concentrandome y intente sentir el mal en ellos...¿Qué ocurria? No podia sentir nada. No habia mal en ellos o lo habian ocultado muy bien. Sin embargo, no podian decir lo mismo uno de los compañeros que habia tras de mi. Avancé por la escalera hasta estar frente a ambos y desenvainé mi acero, cuando el lich continuó hablando.-Estas tardando demasiado... y la tardanza se paga muy cara.- Mire a mis espaldas y de nuevo volvieron a aparecer cientos de no muertos rodeando a mis compañeros que luchaban implacables ante tal amenaza. Cada vez mas heridos, cada vez mas cansados... Adah lanzó un grito, ordenando que eligiese de una vez, inquisitiva. Pero ella no estaba en mi lugar. Mi espada no puede dañar a un inocente y de elegir mal no solo lo pagaría yo sino también la Marca Argentea.
Terminé alzando mi espada frente al liche que ante mi se posaba -"En nombre de la virtud y de todos los que han caido, en nombre de Sune, os castigo!"- y estaba empezando a bajarla en un golpe seco cuando vi por el rabillo del ojo un leve brillo de maldad en la mirada de la niña. Mi espada bajo con nuevo rumbo cruzando una nueva linea en el pecho de la pequeña, que cayó al suelo.
De pronto todo se cumbrio de un silencio. El cuerpo de la niña tomo la apariencia de otro liche que yacía en el suelo. El no muerto observo a su compañero y nos miro de nuevo, impasible. -No perecerá si no destruis su filacteria, la cual, por cierto, no esta demasiado lejos. La rompereis dandome entonces el merecido descanso que tanto tiempo he añorado mi buen cruzado?- Pense que tan solo quedaba una filacteria y todo habría terminado. Que necio fuí al escuchar las palabras de un no muerto. Cuando por fin dimos con la filacteria, la señorita Adah y yo bajamos dando el golpe que partiria la gema de una vez por todas, pero al quebrarse esta solo pudimos oir una carcajada. Extrañaos volvimos a donde moraba el liche y lo vimos rodeado de fuego mientras nos observaba ahora si ya mas triunfal que nunca.-Por fin me habeis liberado de ese incompetente...- Acaricio el rostro del otro liche y nos miró- Ya no puedo morir de la misma forma que él y por tanto no podeis vencerme. La maldicion de los que ya no respiran se alzará sobre la Marca Argentea, llevandoselo todo a su paso... Y vosotros, me habeis ayudado- Nos señalo, acompañando su gesto con otra sonora carcajada y cuando cargamos hacia él en un leve parpadeo aparecimos de nuevo en Villanieve. Todo estaba silencioso, todo tranquilo, salvo la certeza que me corroia de que un mal iba a cultivarse a la sombra y que los que perecieron no tuvieron salvación.. Habia fallado y esta vez no podia hacer nada. ¿Por que dejas que me ocurra esto mi señora?, ¿por que dejas que me ocurra esto, mi dama de ardientes cabellos...?
El liche de Bifurcación.
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