Eregul
Publicado: Lun Mar 31, 2014 9:27 pm
SUEÑOS Y PESADILLAS
……….
El día es radiante en las afueras de Aguas Profundas, veo a mi padre trabajando el campo mientras juego a perseguir todo tipo de insectos.
Mis tripas rugen, tengo hambre así que corro a la cocina a por algún mendrugo de pan o carne seca.
Veo la puerta entreabierta, esa que nunca lo está y a la que no puedo pasar, vislumbro una reluciente armadura, y una espada curva expuestas reverencialmente en mitad de la sala.
……….
Llueve a cantaros fuera, hoy no se trabaja, así que mi padre me cuenta historias de un gran guerrero del norte, en la Marca Argéntea, sospecho que se trata de mi padre cuando era joven. Mi madre escucha mientras teje una cálida bufanda de lana para el invierno. Siempre que mi padre habla de una mujer de sus historias describe su hermosura y mira a mi madre, creo que es ella.
……….
La noche es cerrada, pero el fuego ilumina toda la granja. La casa está en llamas. Las lágrimas no me dejan ver con claridad desde mi escondite, pero sé que mi padre y mi madre luchan contra un mago, de sus manos salen llamas, y su voz resuena en mi cabeza como si fuera a desgarrarme el alma.
Ambos caen fulminados tras una intensa batalla.
Un destello oscuro alza a mi madre de nuevo, que sigue a su asesino torpemente en su marcha del lugar.
……….
-Eregul, ¡despierta Eregul!
Me despierto sobresaltado por la voz y la patada de Sarah, la autoproclamada e insufrible líder del pequeño grupo mercenario. Mis manos aferran crispadas la espada de mi padre. De nuevo esa pesadilla, se repite cada cierto tiempo.
-Ya hemos llegado a Nevesmortas, espabila y baja del carro – Me exige con el ceño fruncido, como siempre. El resto del grupo ya se encuentra fuera de la carreta esperando.
-Ya voy… ya voy… - contesto con voz ronca y soñolienta
Al fin en el norte, la Marca Argéntea, el lugar de las historias de mi padre. Fuese quien fuese aquel mago, debe formar parte de su pasado aquí, lo encontraré, acabaré con la agonía no-muerta de mi madre y vengaré a mi padre empuñando su acero.
Salto del carro con renovada motivación tras esos pensamientos, aquí comienza la aventura y venganza de Eregul.
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El día es radiante en las afueras de Aguas Profundas, veo a mi padre trabajando el campo mientras juego a perseguir todo tipo de insectos.
Mis tripas rugen, tengo hambre así que corro a la cocina a por algún mendrugo de pan o carne seca.
Veo la puerta entreabierta, esa que nunca lo está y a la que no puedo pasar, vislumbro una reluciente armadura, y una espada curva expuestas reverencialmente en mitad de la sala.
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Llueve a cantaros fuera, hoy no se trabaja, así que mi padre me cuenta historias de un gran guerrero del norte, en la Marca Argéntea, sospecho que se trata de mi padre cuando era joven. Mi madre escucha mientras teje una cálida bufanda de lana para el invierno. Siempre que mi padre habla de una mujer de sus historias describe su hermosura y mira a mi madre, creo que es ella.
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La noche es cerrada, pero el fuego ilumina toda la granja. La casa está en llamas. Las lágrimas no me dejan ver con claridad desde mi escondite, pero sé que mi padre y mi madre luchan contra un mago, de sus manos salen llamas, y su voz resuena en mi cabeza como si fuera a desgarrarme el alma.
Ambos caen fulminados tras una intensa batalla.
Un destello oscuro alza a mi madre de nuevo, que sigue a su asesino torpemente en su marcha del lugar.
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-Eregul, ¡despierta Eregul!
Me despierto sobresaltado por la voz y la patada de Sarah, la autoproclamada e insufrible líder del pequeño grupo mercenario. Mis manos aferran crispadas la espada de mi padre. De nuevo esa pesadilla, se repite cada cierto tiempo.
-Ya hemos llegado a Nevesmortas, espabila y baja del carro – Me exige con el ceño fruncido, como siempre. El resto del grupo ya se encuentra fuera de la carreta esperando.
-Ya voy… ya voy… - contesto con voz ronca y soñolienta
Al fin en el norte, la Marca Argéntea, el lugar de las historias de mi padre. Fuese quien fuese aquel mago, debe formar parte de su pasado aquí, lo encontraré, acabaré con la agonía no-muerta de mi madre y vengaré a mi padre empuñando su acero.
Salto del carro con renovada motivación tras esos pensamientos, aquí comienza la aventura y venganza de Eregul.