Felbarr
Arrancada de las sucias manos de las tribus de orcos guerreras, esta fortaleza montañosa está luchando contra el tiempo para reconstruir sus defensas antes de que vuelvan sus enemigos.
La marca de la ciudadela es una combinación del símbolo personal del rey y el que usa Clangeddín Bargênta, su deidad patrona. Es una corona de oro decorada con tres zafiros que descansa sobre las hojas cruzadas de un par de hachas de guerra enanas.
Desde su exterior, que es visible desde la mayor parte de la longitud de la estrecha carretera que sube por los límites meridionales infestados de orcos de las montañas Rauvin, la ciudadela Falebarr parece ser poco más que una gran puerta cortada en la ladera de la montaña. Sin embargo, su apariencia simple es engañosa, ya que su vía de entrada está bien protegida y tras las puertas de piedra con runas grabadas se encuentra la en su día sitiada ciudad enana, actualmente muy avanzada en su proceso de completa recuperación.
Extracto de su historia
Desde que los seguidores del rey Corona de guerra liberaron la fortaleza de las garras de los orcos se han dedicado a restablecer su hogar a su antigua categoría. Se enfrentan al desafío admirablemente, reparando el daño causado por sus anterior habitantes al mismo tiempo que mejoran sus defensas y seguridad. Tan grande ha sido la obra de sus seguidores que el rey Corona de guerra ha sido capaz de reabrir algunas de las minas en los campos de Felbarr. Desde que se unió a la liga de La Marca Argéntea, la ciudadela Felbarr disfruta del apoyo adicional de los artesanos y soldados humanos y con su ayuda el rey espera que el resto de las minas puedan volver a abrirse pronto. Hasta ahora, ninguna de las muchas tribus de orcos y trasgos que pulula por las Rauvin ha probado las defensas renovadas de la ciudadela, pero todos los ciudadanos de la fortaleza saben que sólo es cuestión de tiempo que vuelvan a batirse contra sus antiguos enemigos.
Además de los enanos súbditos del rey Corona de guerra, un destacamiento de doscientos soldados de La Legión Argentada está actualmente destinado aquí. Casi la mitad de ellos son robustos enanos de Infantería de la ciudadela Adbar, y el resto son Caballeros de Plata. La compañía de la Legión Argentada, bajo las órdenes del paladín Yándar Filâstro, patrulla activamente las tierras de la Luna y las colinas del Rauvin circundantes.
Las Puertas Rúnicas
El mayor logro de los enanos tras la reocupación de la ciudadela fue la reconstrucción de su enorme entrada. Un par de puertas de piedra, cada una de 20' de lado y 3' de grueso, descansan sobre bisagras empotradas en un marco. Las puertas y el marco estás cubiertos de runas grabadas por el propio rey Corona de guerra e imbuidas con conjuros mortales por Unmal Devanacorno. Hay un total de treinta y dos runas n las puertas y el marco: cuatro barreras de cuchillas, cuatro máximas, seis inmovilizar monstruos, seis castigos divinos, seis palabras sagradas, y seis iras del orden. Todas las runas son permanentes hasta que sean disipadas, y se activan al pasar trasgoides y orcos malignos (exceptos las máximas y palabras sagradas, que también se activan con el paso de gragones y ajenos malignos).
Los campos de Felbarr
La zona de tierra salvaje cercana a la ciudadela es conocida como los campos de Felbarr. Por ella se esparcen minas de oro y mithril abieras y explotadas por primera vez hace muchas generaciones de enanos. Todas ellas dejaron de usarse, y muchas se perdieron completamente durante los años de ocupación orca. Los seguidores del rey Corona de guerra han reabiertos algunas de las mejor situadas, y el precio del mineral fluye de nuevo hacia las puertas de la ciudadela (y sale otra vez, en su mayor parte vía caravana hacia ciudadela Adbar para su refinado).
El Camino Bajo
Esta gran carretera, tallada hace siglos en un lecho de roca por los arcanistas nezherinos, trasncurre hacia el este desde las profundidades de la ciudadela Felbarr hasta Ascore y más allá en dirección a Los Reinos Enterradas bajo el Anaurokh. Unos desvíos llevan al norte hacia ciudadela Adbar y al sur hacia las profundidades bajo Sundabar. La parte occidental del Camino Bajo aún es usados por las caravanas enanas.
Fuentes
- Dungeons & Dragons - Reinos Olvidados: La Marca Argéntea.