Tras él, el joven Sebastián fachering que recito un poema de autor desconocido, dando el toque más fresco y juvenil al acto. Y por último el señor William auto invitado por sorpresa nos deleito con una epopeya pirata de jocoso y gustoso resultado, lo cual le valió el tercer puesto. | Tras él, el joven Sebastián fachering que recito un poema de autor desconocido, dando el toque más fresco y juvenil al acto. Y por último el señor William auto invitado por sorpresa nos deleito con una epopeya pirata de jocoso y gustoso resultado, lo cual le valió el tercer puesto. |