Aunque las ciudades-estado de Chessenta juraron lealtad a un monarca central, cada una de ellas tuvo una idea diferente acerca de quién debería ser ese monarca, y Chessenta ha estado sacudida desde entonces por las guerras entre sus ciudades-estado por determinar la supremacía. Este estado de guerra casi constante ha producido una nación de guerreros entrenados y una dependencia de los mercenarios o grupos de aventureros externos para encargarse del trabajo sucio. Chessenta comercia por mar con otras naciones y no da muestra alguna de volver a unificarse en un momento próximo. | Aunque las ciudades-estado de Chessenta juraron lealtad a un monarca central, cada una de ellas tuvo una idea diferente acerca de quién debería ser ese monarca, y Chessenta ha estado sacudida desde entonces por las guerras entre sus ciudades-estado por determinar la supremacía. Este estado de guerra casi constante ha producido una nación de guerreros entrenados y una dependencia de los mercenarios o grupos de aventureros externos para encargarse del trabajo sucio. Chessenta comercia por mar con otras naciones y no da muestra alguna de volver a unificarse en un momento próximo. |