Tras observar con la calma la capacidad combativa de una criatura, la golpearás con la intensidad justa para que quede atontada o desequilibrada, de forma que no pueda poner en juego sus ataques. Tu rival tendrá que perder unos segundos críticos recuperando la compostura y reevaluando su entorno. | Tras observar con la calma la capacidad combativa de una criatura, la golpearás con la intensidad justa para que quede atontada o desequilibrada, de forma que no pueda poner en juego sus ataques. Tu rival tendrá que perder unos segundos críticos recuperando la compostura y reevaluando su entorno. |