Evereska
Evereska (-eska- significa en lengua élfica “fortaleza hogar”) es un rico y fabuloso valle alojado entre unas casi infranqueables montañas, encajado junto a las fronteras del gran desierto Anaurokh.
Este valle ha sido un refugio de los pueblos elfos durante más de siete mil años y nunca ha caído ante ningún ataque externo. Varias veces en su larga historia la fortaleza de montaña ha sido atacada por ejércitos goblins y orcos, pero estos fueron erradicados por chillantes golpes mágicos procedentes del cielo (Evereska posee un poderoso mythal). No obstante, recientemente el valle ha sufrido el ataque más fuerte de su historia (1371 CV), cuando los phaerimms fueron liberados de su prisión mágica y sitiaron la ciudad durante más de un año; sus terribles ataques de drenaje mágico y la destrucción del entorno del valle estuvieron a punto de hacer caer el Mythal que protege la ciudad.
La mayor protección pasiva de Evereska (exceptuando el Mythal) es su posición geográfica: es un valle alto rodeado de montañas, de ascensión difícil y sus únicas entradas están bien guardadas. También hay túneles secretos conocidos por muy pocos. Debido a que la altitud del Gran Valle de Evereska la ha mantenido apartada del resto del mundo, esta región siguió fuertemente élfica mientras la mayoría del resto de las naciones élficas siguieron la Proclama de Retirada en el año de la Caída de la Luna (1344 CV), en la cual, después de quinientos años de deliberaciones, los líderes de las naciones élficas decidieron retirarse a tierras menos hostiles. Los elfos se dirigieron entonces hacia Siempre Unidos (una isla más allá de la Costa de la Espada y las Islas Lunshaes, en el Mar Sin Huellas) o hacia la propia Evereska.
Las historias hablan de la fuerza de la magia élfica en el interior de la ciudad, como la capacidad de sus habitantes para caminar por superficies verticales como si siempre se beneficiasen de conjuros de “trepar cual arácnido”. Estos efectos, y más, se deben al Mythal. Los mayores poderes de éste, capacidades defensivas potenciadas al máximo por la Alta Magia Élfica, fueron puestos a prueba duramente en el asedio de los phaerimm.
Todos los elfos buenos son bienvenidos en este valle; las leyendas y la sabiduría élficas son tenidas en alta estima, siendo muy apreciadas desde el nacimiento de la ciudad y durante todos los siglos de su historia. No obstante, no esperéis visitar Evereska si no sois elfos o si no tenéis que resolver asuntos legítimos y vais acompañados por un miembro del pueblo genti