Los clérigos y druidas de Sebek rezan para sus conjuros al anochecer, cuando el caliente sol desaparece y el momento de la caza está próximo. Los habitantes de los pueblos que buscan protegerse del ataque de cocodrilos esperan agradar a Sebek mediante el sacrificio mensual de animales (y algunas veces de criaturas inteligentes) en santuarios al aire libre situados en las profundidades de los pantanos. Los restos del sacrificio son dejados en el santuario para los cocodrilos. Muchos adoradores que no han logrado marcharse lo suficientemente rápido después de hacer el sacrificio han caído presa de las mandíbulas de los cocodrilos atraídos al lugar. Muchos clérigos y druidas se hacen multiclase como guerreros, y la mayoría intentan convertirse en hombres-cocodrilo. | Los clérigos y druidas de Sebek rezan para sus conjuros al anochecer, cuando el caliente sol desaparece y el momento de la caza está próximo. Los habitantes de los pueblos que buscan protegerse del ataque de cocodrilos esperan agradar a Sebek mediante el sacrificio mensual de animales (y algunas veces de criaturas inteligentes) en santuarios al aire libre situados en las profundidades de los pantanos. Los restos del sacrificio son dejados en el santuario para los cocodrilos. Muchos adoradores que no han logrado marcharse lo suficientemente rápido después de hacer el sacrificio han caído presa de las mandíbulas de los cocodrilos atraídos al lugar. Muchos clérigos y druidas se hacen multiclase como guerreros, y la mayoría intentan convertirse en hombres-cocodrilo. |